En la primera, un artista dibuja un rostro y se sobresalta cuando su boca comienza a moverse.
Tras frotar la boca, descubre que esta se ha trasladado a la palma de su mano.
Grita que ya ha visto suficiente y vuelve a través del espejo.
En la tercera parte, algunos estudiantes están peleando con bolas de nieve.
Al darse cuenta de que ha perdido, el tramposo se suicida y los espectadores aplauden.
En la escena, hablan entre ellos y, en el momento justo, comienzan a aplaudir.