Su segundo filme, La freccia nel fianco, con guion de Luciano Zuccoli, era más formalista para eludir la censura y fue completado por Mario Costa.
Georges Sadoul le llamó «calígrafo» que adaptaba con otros piezas antiguas para hacer filmes inteligentes, cuidados y no actuales voluntariamente.
[2] En la posguerra inmediata, Lattuada se unió al neorrealismo con Il bandito, rodado en una ciudad industrial, Turín, devastada por los bombardeos.
En esta época conoció a Carla Del Poggio, con la que se casó en 1945 y con quien tendría dos hijos.
La productora se opuso a filmes con un enfoque social, por lo que con Fellini y Giulietta Masina fundó una cooperativa.
Gracias a este éxito, pudo rodar Il cappotto en 1952, la cual está basada en El capote de Nikolái Gógol, fue rodada en Pavía y es un ejemplo del hibridismo estético del director, con cambios de luz, encuadres enfáticos y ambientes turbios algo expresionistas que dan prestigio formal a sus imágenes.
Finalmente siguió la temática del erotismo con Le farò da padre, Oh, Serafina!, Cosi' come sei, y dos filmes que fracasaron: La cicala (1980), por la que Virna Lisi ganó un Premio David di Donatello, y Una spina nel cuore.