Alberto Lattuada

Su segundo filme, La freccia nel fianco, con guion de Luciano Zuccoli, era más formalista para eludir la censura y fue completado por Mario Costa.

Georges Sadoul le llamó «calígrafo» que adaptaba con otros piezas antiguas para hacer filmes inteligentes, cuidados y no actuales voluntariamente.

[2]​ En la posguerra inmediata, Lattuada se unió al neorrealismo con Il bandito, rodado en una ciudad industrial, Turín, devastada por los bombardeos.

En esta época conoció a Carla Del Poggio, con la que se casó en 1945 y con quien tendría dos hijos.

La productora se opuso a filmes con un enfoque social, por lo que con Fellini y Giulietta Masina fundó una cooperativa.

Gracias a este éxito, pudo rodar Il cappotto en 1952, la cual está basada en El capote de Nikolái Gógol, fue rodada en Pavía y es un ejemplo del hibridismo estético del director, con cambios de luz, encuadres enfáticos y ambientes turbios algo expresionistas que dan prestigio formal a sus imágenes.

Finalmente siguió la temática del erotismo con Le farò da padre, Oh, Serafina!, Cosi' come sei, y dos filmes que fracasaron: La cicala (1980), por la que Virna Lisi ganó un Premio David di Donatello, y Una spina nel cuore.

Alberto Lattuada (izq.) y Renato Rascel en el Festival de Cannes de 1952.