Lavapiés

Aunque no aparece como entidad administrativa oficial, Lavapiés se considera el área comprendida entre El Rastro, Tirso de Molina y el Museo Reina Sofía.En la toponimia moderna existe acuerdo sobre un posible topónimo de etimología popular, basado en el evidente desnivel de las calles del barrio hacia el valle del Manzanares (aprovechado para instalar el matadero de la villa) y las evidencias sobre los arroyos que corrían por el centro y los consiguientes barrizales, no parece aconsejable descartar lo obvio: "Lava-pies".En esta línea, Mesonero Romanos en cuanto al origen misterioso del topónimo Lavapiés, admitía que pudiera tener alguna relación higiénica con la gran fuente que hubo en su plaza central hasta finales del siglo xix.[8]​ Las frecuentes referencias a una supuesta sinagoga y a un enterramiento judío en la calle del Salitre se consideran restos de esta leyenda sin que, al parecer, exista ninguna prueba en la literatura arqueológica profesional de ambos hechos.Así las hace cantar Vicente Cobos en su melodrama en un acto Los chisperos de Madrid:[20]​[22]​ Especial relevancia en su desarrollo tuvieron Las Cigarreras[23]​ abanderadas[24]​ durante décadas del movimiento obrero y el feminismo.[34]​[35]​[36]​[37]​[38]​[39]​[40]​[41]​[42]​[43]​[44]​[45]​[46]​ Por la gran diversidad cultural del barrio surgen celebraciones como el Año Nuevo chino, Año Nuevo Bangladesí, Festival Noches de Ramadán, Lavapiés Diverso, Hola Lavapiés, Semana africana, Bollywood o la Muestra de cine.Colectivos antirracistas se movilizan, entre otras cosas, contra las controles policiales por perfilado racial surgiendo asociaciones como SOS Madrid o Valiente Bangla.Iniciativas agroecológicas diversas y grupos de consumo como SuperCoop en el Mercado San Fernando.[47]​[48]​[49]​[50]​ Movimientos con mucho arraigo en el barrio son el feminista con figuras destacadas como las vecinas Aurora Rodríguez Caballeira, Hildegart Rodríguez Caballeira y Gloria Fuertes entre otras o el espacio colectivo centro social autogestionado Eskalera Karakola, referencia hoy en día.Debido a esta multiculturalidad eventos ya mencionadas, como el año nuevo chino o el ramadán tienen especial resonancia.[52]​[25]​ Escritores como Arturo Barea, que residió durante su infancia y juventud en Lavapiés, asistiendo a las Escuelas Pías, como relata en su autobiografía La forja de un rebelde;[53]​[54]​ o Gloria Fuertes, nacida en Lavapiés.[cita requerida] El rapero granadino Yung Beef vivió en Lavapiés entre los años 2017 y 2021.Isaac Albéniz dedicó también una pieza para piano de su suite Iberia (cuaderno 3), a la que tituló «Lavapiés».[62]​ En 2004 la Real Sociedad Fotográfica (RSF) trasladó su sede a Lavapiés, calle Tres Peces.[66]​[67]​ La propia personalidad del barrio, históricamente núcleo autóctono en Madrid y generador de un casticismo propio, parece reflejarse en la estética contracultural que la fusión de culturas y etnias han favorecido desde el último tercio del siglo XX entre sus vecinos.[68]​ Todo ello permite a algunos analistas plantear las coordenadas, características y manifestaciones que presenta este barrio en el siglo XXI.
'Manola' del siglo XXI en Lavapiés, durante las fiestas autogestionadas por el vecindario en la calle del Oso .
Majas en el balcón , Francisco de Goya .
Placa del callejero tradicional de Madrid, por el ceramista Ruiz de Luna .
"La Corrala ", símbolo arquitectónico del Lavapiés del Madrid galdosiano del siglo xix , mostrando su interior a la calle de Mesón de Paredes .
Manola , según dibujo y grabado de Antonio Rodríguez (1801).
La 'republicana' fuente de Cabestreros, en 2007.
Ruinas y espacio urbano de las Escuelas Pías de San Fernando , en 2009.
Fachada decorada en la calle de los Ministriles Chica .
Mural callejero en el viejo edificio de la Fábrica de Tabacos , en la glorieta de Embajadores.
Monumento al compositor mexicano Agustín Lara , autor del chotis Madrid ; en la calle del Sombrerete .