Carlos VIII de Francia

Era de constitución frágil y el rey, ansioso por asegurar una sucesión, estaba más preocupado por su salud que por su educación.[3]​ Así, le prohibió el estudio del latín, que él mismo había aprendido sin embargo a la edad de seis años, y eligió como tutor al humanista Guillaume Tardif.Hizo redactar un tratado histórico, político y ético para la educación del delfín, el Rosier des guerres.Sin embargo, María ya era soberana, capaz de reinar sobre sus Estados, y también tenía 13 años más que Carlos.Le aconsejó retener a la mayoría del personal real para facilitar la transición (algo que él mismo no había hecho), incluido a su secretario principal Pierre I Brûlart[Nota 2]​[9]​ y le pidió que aceptase la tutela de su hermana, Ana de Beaujeu.Aunque tanto Castilla como Inglaterra enviaron unas pocas tropas de refuerzo al ducado, ninguno deseaba verdaderamente entrar en guerra abierta con Francia.El matrimonio de Ana con Maximiliano se anuló puesto que no había sido consumado.Carlos VIII acercó con ese enlace un importante ducado, ganaba la Bretaña, quedando Francia así convertida en «un hermoso reino, donde ya no tenía que temer a nadie»,[11]​ aun a costa de la enemistad del futuro emperador.El matrimonio no empezó con buenos auspicios inicialmente, pero permitió a Carlos liberarse de la tutela familiar y asumir las riendas del reino.Contra una débil resistencia, los franceses entraron en Florencia en noviembre y en Roma en diciembre.Se tumbó en un colchón esperando a los médicos, permaneció allí durante nueve horas hasta su muerte.Un accidente cerebrovascular puede causar pérdida de conciencia, afasia si afecta el área temporal izquierda y luego se caracteriza por una parálisis más o menos completa del lado derecho.Es posible que igual haya sufrido un ataque epiléptico, el «haut mal» que en su momento se creía era obra del demonio y que asustaba tanto a los médicos y demás personas que nadie tocaba a esos enfermos,[17]​ particularmente a la luz de sus antecedentes familiares[Nota 4]​ Sin embargo, en el caso de daño neurológico, las crisis epilépticas, sin ser sistemáticas, no son una rareza.[21]​ Carlos VIII habría muerto, por tanto, a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico que le provocó un ictus con hematoma subdural y daño neurológico.[23]​ Ana y Carlos tuvieron seis hijos, tres de los cuales nacieron muertos, pero ninguno sobrevivió:[24]​ Carlos VIII habría tenido cinco hijas naturales:[25]​ Cristina, Francisca, Carlota,[26]​ Luisa y Margarita.La ejecución fue confiada a Guido Mazzoni, «caballero, pintor e iluminador» que Carlos VIII había traído de sus conquistas italianas y que había entrado al servicio de Luis XII.De hecho, la tumba superó a todas las demás en Saint-Denis por sus dimensiones y su suntuosa ornamentación.Iba recubierto con el vestido azul con flores de lis doradas realizadas en esmalte.El emblema personal de Carlos VIII (espada flamígera o palmeada) también adornaba la tumba.Esta tumba influyó en las posteriores realizaciones de la basílica, en particular por la representación del soberano en oración, sin corona.Será retomada en el siglo XVI en las tumbas en tránsito (Luis XII, Francisco I y Enrique II).En 1492, Carlos VIII tomó como lema la fórmula «Más que otro» ("Plus qu'aultre"), es por ejemplo visible en el frontispicio de «Le Livre des faiz monseigneur saint Loys».El reconocido historiador Jules Michelet en su Histoire de France le otorgó un lugar en la novela nacional.Este soberano inmaduro y mal aconsejado habría derrochado las energías del reino en la «Empresa Italiana», una aventura caballeresca irracional.Habrá que esperar hasta la segunda mitad del siglo XX para ver surgir una nueva historiografía sobre él.Yvonne Labande-Mailfert fue sin duda una pionera en este proceso y, desde entonces, otros historiadores han seguido su ejemplo.La historiadora rehabilitó tanto el retrato moral de Carlos VIII como sus acciones políticas explicándolas en su contexto intelectual y político (entre otros en el capítulo denominado «Los orígenes de las guerras italianas y la voluntad del rey»).[34]​ Recuerda que no se debe transponer la actual racionalidad política al mundo de finales del siglo XV.Es en particular teniendo en cuenta este marco que los historiadores del siglo XXI desarrollan su reflexión.
Reconstrucción del matrimonio de Carlos VIII con Ana de Bretaña en el castillo de Langeais .
La Porte Cailhau en Burdeos , construida alrededor de 1496 en honor a la victoria de Carlos VIII en la batalla de Fornovo .
El arcángel Miguel se aparece a Carlos VIII.
Statuts de l'ordre de Saint-Michel , iluminación atribuida a Jean Hey , Paris, BNF , département des manuscrits , ms. Français 14 363, vers 1493-1494.
Tumba de Carlos VIII (colección François Roger de Gaignières )
« Imperant Roy portant tripple coronne », Jean Bénart, Louanges de Charles VIII , iluminador anónimo, 1497 (Paris, BnF , département des manuscrits , ms. 2228, folio 1)