María empeñó sus objetos de valor y levantó un ejército.
En 1387, Luis II fue reconocido formalmente como el conde de Provenza.
En 1390, Luis, apoyado por el Papa y los franceses zarpó hacia Nápoles.
María negoció un matrimonio entre Luis y Yolanda de Aragón para evitar que los aragoneses lo obstruyesen.
María era una administradora capaz y en su lecho de muerte, reveló a Luis que había salvado la cantidad de 200.000 escudos.