Carlos Orlando de Francia
Sus parientes y su madrina, Juana de Laval, viuda del rey Renato I de Nápoles, querían llamarlo Orlando (Orland, en francés), por Rolando, el héroe carolingio del Cantar de Roldán con el nombre en italiano.El nombre le fue sugerido por Francisco de Paula, un ermitaño y predicador en quien tenían confianza.Sin embargo, los padrinos (Luis, duque de Orléans, el siguiente en la línea para el trono, y Pedro, el duque de Borbón) rechazaron llanamente permitir a un futuro rey de Francia recibir un nombre extranjero y rogaron que en vez de eso le llamaran como sus antepasados: Luis, Felipe o Carlos.Descrito por el cronista Philippe de Commines como un "niño hermoso y atrevido en el mundo, no temiendo las cosas que otros niños se acostumbran a temer", Carlos Orlando fue un niño sano y vigoroso, que crecía bien y fuerte, hablaba con fluidez a los tres años de edad.Carlos VIII (quien después de regresar de Italia permaneció en Lyon, se reunió allí con la reina), ordenó que el niño fuera todavía más protegido, encerrado en Amboise.