Mientras se retiraba en forma completamente ordenada, el ejército real francés iba dejando guarniciones militares en Vitré, Saint-Aubin-du-Cormier, Dol y Auray, entre otros lugares.
Para dicha campaña, el ejército francés había sido reforzado con mercenarios, así como con artillería manejada por especialistas italianos y suizos, lo que le permitió una fácil conquista de ciudades y castillos, como por ejemplo: Se estableció una tregua a partir del 1 de junio, y con duración establecida hasta el 9 de julio.
No obstante, se encuentran allí, inesperadamente, con el ejército real francés, al que suponían en otro lugar.
La artillería real francesa era en ese momento la más poderosa de toda Europa.
Entonces, los bretones cargaron contra el flanco derecho del ejército real, provocando retrocesos importantes en las filas de éste.
Durante la lucha, que duró cuatro horas, quedaron tendidos en el campo de batalla 6.000 bretones y aliados, frente a únicamente 1.500 en el bando francés.
Algunos nacionalistas bretones, como Célestin Lainé, han hecho que sus cenizas sean aventadas sobre el campo de batalla.