Ana de Bretaña

[1]​ Tenía solo 11 años en el momento en que murió su padre,[1]​ pero ya era una heredera codiciada debido a la posición estratégica de Bretaña.

Aprendió a leer y escribir en francés, tal vez un poco de latín.

[5]​ Su mayordomo fue el poeta Jean Meschinot (desde 1488 hasta la muerte de este último en 1491).

[cita requerida] Era una madre devota, pasaba el tiempo tanto como le era posible con sus hijos.

Ana de Bretaña era un "atractivo premio" al que no le faltaron pretendientes.

Su primer paso fue asegurarse un marido; este debía ser preferentemente contrario a la unión con Francia y lo suficientemente poderoso como para mantener la independencia bretona.

Maximiliano I de Austria fue considerado el candidato más adecuado para sus planes.

Aunque tanto Castilla como Inglaterra enviaron unas pocas tropas de refuerzo al ducado, ninguna deseaba verdaderamente entrar en guerra abierta con Francia.

El matrimonio de Ana con Maximiliano se anuló porque no había sido consumado.

Si la Corona francesa renunciaba con ello al Franco Condado y al Artois, recibía Bretaña y quedaba así convertida en "un hermoso reino, donde ya no tenía que temer a nadie".

La reina residiría en el Clos Lucé, que Carlos había adquirido para ella.

El segundo matrimonio de Ana empezó mal: ella trajo dos camas consigo cuando vino a casarse con Carlos, y el rey y la reina vivían a menudo separados.

[9]​ Habiendo muerto antes todos los hijos tenidos con Ana, el reino pasó a su primo Luis de Orleans, con quien ella se casó.

Luis XII solicitó la anulación de su boda con Juana de Francia al papa Alejandro VI para poder conseguir que la poderosa Bretaña continuase unida a Francia mediante el matrimonio con Ana.

Legalmente, se vio obligada a casarse con el ahora nuevo rey, Luis XII, que tenía 36 años, pero que ya había estado casado con Juana, hija de Luis XI y hermana de Carlos VIII.

Este nuevo contrato estipulaba: Como duquesa, Ana defendió ferozmente la independencia de su ducado.

Ana, decidida a mantener la independencia bretona, se negó hasta la muerte a sancionar ese matrimonio y, en su lugar, presionó para casarla con Carlos, o para que el ducado fuese heredado por su otra hija, Renata.

Se inscribe como sigue: « En ce petit vaisseau De fin or pur et munde Repose ung plus grand cueur Que oncque dame eut au munde Anne fut le nom delle En France deux fois royne Duchesse des Bretons Royale et Souveraine.

« Ce cueur fut si très hault Que de la terre aux cyeulx Sa vertu libérale Accroissoit mieulx Mais Dieu en a reprins Sa portion meilleure Et ceste terrestre En grand deuil nous demeur.

Sin embargo, se mantuvo en su lugar en la Biblioteca Nacional y fue devuelto a Nantes en 1819, donde estuvo en varios museos, y definitivamente en el Museo Dobrée desde el 18 de abril de 1896.

Ana también le otorga la sucesión de Bretaña a su segunda hija, Renata.

Esto fue ignorado por su marido, quien confirmó a Claudia como duquesa y la casó con Francisco.

La reina Ana recibe un libro en alabanza de mujeres famosas, obra de Jean Perréal
Boda de Ana de Bretaña con Carlos VIII en el castillo de Langeais el 6 de diciembre de 1491
Luis XII de Francia , su tercer esposo
Ana en oración, miniatura de las Grandes horas de Ana de Bretaña
Relicario de Ana de Bretaña
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