Inicialmente un suburbio industrial, Saint-Denis se ha convertido en los últimos tiempos en una localidad residencial, habitada en gran parte por inmigración musulmana proveniente de las antiguas colonias francesas.
En torno al año 475, Santa Genoveva construyó una pequeña capilla en la tumba de Dionisio, la cual sería reconstruida por Dagoberto I y convertida en el monasterio real.
En 1125, fueron concedidos más privilegios a la localidad y se inició la construcción de la actual basílica.
Tras la Restauración, los cuerpos reales debieron ser enterrados en una fosa común al no poder identificarse los restos destruidos.
En 1892 fue elegido el primer administrador socialista y ya durante los años 1920, Saint-Denis fue denominada como la Ville Rouge (la Ciudad Roja).
[2] Según los datos aportados en la última resolución del prefecto de Sena-Saint-Denis, la comuna pasa a tener 147 208 habitantes.