La evolución de geminis a Yébenes se produce gracias a la preservación en el idioma mozárabe de los grupos GE-, GI-, IU- latinos:[2] Yunqaira junquera, yenair enero < ienuarius, yenesta hiniesta < genista, yermanella compañera, Yinés Ginés < genesius, top.
Estos son los límites respecto a su casco urbano o término municipal.
Organizada como coto de caza mayor, abundan los ciervos y jabalíes, aunque cuenta con una zona vedada destinada a la reproducción.
Entremedias se abren las depresiones del río Algodor, valle de las Navas y llanada de Urda, cuyas aguas vierten al Tajo y al Guadiana.
En el medio silvestre, la especie vegetal predominante es la encina, siendo el alcornoque más escaso; habiendo sauces, fresnos o áceres.
En la sierra existe un matorral denso de coscoja, enebro y quejigo, entre mares de retama, jara y romero, especialmente en aquellas áreas que se dedicaron al pastoreo.
La propiedad se halla poco repartida donde se alterna la pequeña explotación con grandes fincas (latifundios), algunas especializadas en la cría de ganado vacuno, incluso de reses bravas, caballar y, sobre todo, actividad cinegética.
La presencia humana se remonta a la Edad del Bronce, como lo demuestran los yacimientos conocidos como Montón de Trigo y Chorreras (este último con pinturas rupestres esquemáticas del Bronce Manchego Tardío).
Quedan restos de la presencia romana en esta zona de la Carpetania, como lo atestiguan la IV Calzada romana, cuyo trazado aún subsiste, y los numerosos vestigios que aparecen en el paraje conocido como Loma del Carpintero, junto al río Algodor.
Existen noticias de la dominación árabe ya desde el año 930, cuando el califa cordobés Abderramán III acampó con sus huestes a orillas del río Algodor, para tomar, desde esta posición privilegiada, las poblaciones de Mora y Toledo.
La importancia estratégica del área fue crucial para que fuera sucesivamente ocupada por musulmanes y cristianos.
Las fortalezas, atalayas y castillos que se emplazan sobre el término municipal atestiguan lo dicho.
Yébenes de Toledo es más antiguo que la villa gobernada por los sanjuanistas.
Durante seis siglos conviven dos núcleos urbanos, con parroquias, ayuntamientos y jurisdicciones diferentes, hasta que en el gobierno del llamado Trienio Liberal (1822) llega el primer ensayo unificador, anulado al año siguiente.
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 3169 habitantes.
Se da la circunstancia de que en el extenso término municipal de Los Yébenes este ferrocarril llegó a tener hasta cinco estaciones o apeaderos —Yébenes, Las Guadalerzas, Urda, El Emperador y El Cañachar—, algo no muy corriente.
[11] En cambio si la ruta sigue en dirección a Ciudad Real, se llega al paraje de las Guadalerzas, un paso natural entre cerros y lomas que esconden otra llanura posterior.
[13] - La siguiente tabla muestra el resultado de las elecciones municipales celebradas en el año 2019.
Existen un tercer y cuarto molino en ruinas en las inmediaciones (término municipal de Orgaz).