Este elemento urbano es considerado también como un refugio peatonal de orden básico, que tiene como propósito ofrecer las condiciones mínimas para comodidad, eficiencia y protección contra las inclemencias del tiempo al permanecer en espera.
Su idea fue pionera en ofrecer un servicio que recogía o dejaba a sus pasajeros en cualquier parte del recorrido donde se solicitara.
Sin embargo, a lo largo del recorrido no existían evidencias físicas de paradas específicas, sino que la parada y el abordaje al vehículo dependían de la solicitud del pasajero.
La primera parada de autobús registrada en imágenes fue en Bishops Stortford, y se estima que fue construida por el año 1890 en Inglaterra.
[4] Para que un paradero sea eficiente en su funcionamiento, se debe tener en cuenta por lo general la condición de refugio que proporciona, que debe asegurar una protección frente a las condiciones climáticas externas, una fácil manutención del mobiliario, suficiente espacio para sentarse, asientos cómodos, higiene y adecuada ventilación e iluminación.