La clasificación queda limitada a un catálogo morfológico de los recipientes y su decoración, considerando que los cambios en la decoración suelen ir acompañados de modificaciones en las formas.
Este catálogo no diferencia cerámica fina y gruesa, ni incluye elementos de la producción como las terracotas figurativas o “plásticas” o las figuras de tanagra.
Tampoco se hace inventario de formas o materiales relacionados con la construcción, como ladrillos, tejas, etcétera.
[1] Otra posible clasificación cataloga los recipientes en función del uso, bien sea polivalente (mixto), para riego, para el culto, para beber, para ungüentos, etc.[2] Una tercera división adicional sería diferenciando formas abiertas y cerradas.
La tipología morfológica reunida en esta tabla no queda estrictamente restringida a la lexicografía original griega, de manera que pueda resultar más completa y plástica.