[4] Se empleaba para almacenar y comerciar con diferentes productos como la miel, los frutos secos o el garo; exportaciones que llegaban a diferentes lugares de la cuenca del Mediterráneo.
[5] Los ejemplares más antiguos del cálato ibero se datan en el siglo V a. C. y presentan un cuello ligeramente adelgazado.
[1][2] A partir del siglo III a. C. se comienza a producir el tipo cálato del tipo “sombrero de copa” que continuaría fabricándose durante la ocupación romana.
Se considera que la tipología es de origen itálico y que desde la zona catalana se difundió a otros territorios de la península ibérica por el valle del Ebro.
Así lo ratifican los yacimientos cercanos a los ríos Perejiles y Aguasvivas (en Azaila), o el poblado conocido como Los Castellares, situado a un kilómetro de Herrera de los Navarros.