Sinfonía n.º 4 (Brahms)

[3]​ Una semana después el director Hans von Bülow acompañó a la Meininger Hofkapelle en una gira por Alemania oriental y Holanda.

Esta sinfonía ofrece con su tono serio, sus sorprendentes complejidades y su inspirada construcción una adecuada despedida al trabajo del maestro alemán en este género.

Una marcha triunfal se yuxtapone con este tema, cosa que crea desconcierto y caos en el oyente.

[2]​ El primer movimiento, Allegro non troppo, está escrito en la tonalidad de mi menor, en compás alla breve y responde a la forma sonata clásica.

Aquí Brahms hace una modificación ya que el segundo tema se encuentra en si menor, es decir en el V grado menorizado, en vez de sol mayor que, como la tonalidad relativa, debiera ser el cambio natural (y más común) desde la tonalidad tónica inicial cuando es menor, según la forma sonata.

Este segundo grupo temático se compone realmente de dos temas, ya que luego aparece una melodía en si mayor llevada por las maderas.

Es interesante que el principio del tema se da dentro del desarrollo y rearmonizado con acordes de quinta aumentada, y con una figuración métrica mayor, logrando un buen efecto cuando se retoma el tempo inicial pero con el tema ya comenzado (c. 259).

El tercer movimiento, Allegro giocoso – Poco meno presto – Tempo I, está en do mayor y en compás de 2/4.

La orquesta entera presenta el sujeto principal, del que más tarde surgirán los subsiguientes temas interpretados por los violines y el viento madera.

El Finale es quizá el movimiento más notable de todos, ya que se presenta en una forma barroca "arcaica".

El tema es una ligera modificación del utilizado por Johann Sebastian Bach en el último movimiento de su cantata Nach dir, Herr, verlanget mich, BWV 150.

Aunque es en apariencia simple, el compositor utiliza este esqueleto como base para un marco armónico cada vez más elaborado y temático.

Las variaciones suelen ser difíciles de identificar debido a las astutas transformaciones que Brahms realiza del material original.

Las últimas variaciones conducen directamente a un cierre que refuerza el peso de la tragedia y el patetismo del movimiento inicial.

La sinfonía tuvo una buena acogida, a pesar de que Brahms tenía sus recelos, y ha sido muy popular desde entonces.

Brahms hacia 1885.