Leos Carax

Otras de sus más notables obras son: Los amantes del Pont Neuf (1991), Pola X (1999) y Holy Motors (2012).

[2]​ De su infancia Carax aprecia el cine, particularmente «las mujeres filmadas» y se apasiona especialmente por Marilyn Monroe.

Ganaba su dinero extra yendo a robar discos al centro comercial de La Défense para revenderlos a sus compañeros de la escuela según los pedidos que estos le hacían; es así como haría numerosos descubrimientos musicales.

Continúa con su exploración del amor en los tiempos modernos, que adquiere un tono más oscuro y extremo en esta cinta.

Cinco años después, retoma su carrera como director con Los amantes del Pont-Neuf, película que sufrió varios retrasos debido a problemas con la financiación y con la administración parisina (el filme se rodaba en el emblemático puente), pero que recibió una muy buena acogida por parte de la crítica y abría las puertas a una mayor experimentación de Carax en su siguiente película, Pola X.