Hiroko (Ayako Fujitani) y Akira (Ryō Kase) son una joven pareja que vive en las provincias de Tokio con fondos limitados y alojamientos de corta duración.
Akira es un aspirante a director de cine cuya primera película se proyectará pronto en la ciudad y con suerte ayudará a impulsar su carrera, pero mientras tanto trabaja en unos grandes almacenes envolviendo regalos.
Hiroko se despierta una mañana y nota un pequeño agujero por el que pasa la luz.
Cuando va al baño y se desabrocha la camisa, se sorprende al ver un agujero del tamaño de una mano en su pecho con un palo de madera en el centro.
Finalmente, Hiroko se convierte en una silla, de la que sólo queda su chaqueta colgada en el respaldo.