Bong Joon-ho

Decidió convertirse en cineasta mientras cursaba la escuela media, quizás influenciado por una familia artística (su padre fue diseñador y su abuelo un notable autor).

Se recibió en sociología en la Universidad Yonsei a finales de 1989 y fue miembro del cineclub que había allí.

Por aquel entonces le gustaban Edward Yang, Hou Hsiao-hsien y Shōhei Imamura.

Su siguiente film del 2003 Memorias de un asesino, basado en el primer asesino en serie conocido en la historia del país, alcanzaron éxito comercial y de crítica.

En 2013, realizó Snowpiercer, una adaptación de la novela gráfica francesa Le Transperceneige.

Bong Joon-ho (junto al reparto) en la presentación de la oscarizada película Parásitos