Se trata de una de las cuatro cualidades esenciales del sonido articulado junto con la altura, la duración y el timbre.
Y particularmente está conectada a una magnitud definida como intensidad acústica, que se mide en W/m² o más comúnmente en decibelios (dB) cuando se mide logarítmicamente (Nivel de presión sonora).
[2] En psicoacústica la diferencia que mide la percepción de la intensidad musical se define como sonoridad.
La dinámica musical hace referencia a las graduaciones de la intensidad del sonido.
Dentro de la terminología musical se denomina matiz dinámico o de intensidad a cada uno de los distintos grados o niveles de intensidad en que se pueden interpretar uno o varios sonidos, determinados pasajes o piezas musicales completas.