Sonoridad (sicoacústica)

La sonoridad es una medida subjetiva de la intensidad con la que un sonido es percibido por el oído humano.

[1]​ La sensación sonora de intensidad (sonoridad) se agudiza para sonidos débiles, y disminuye para sonidos fuertes, lo que se debe a que la audición humana no es lineal, sino logarítmica.

También podríamos utilizar como unidad de medida el microbar que es una mil milésima parte de un bar (magnitud utilizada para medir la presión atmosférica: 1 bar = 1.000 milibares).

Sin embargo es poco práctica, dado que el sonido ejerce en el aire una millonésima parte de presión respecto a la presión atmosférica tomada como punto de equilibrio.

Para medir el nivel de sonoridad hay dos unidades: el fonio y el sonio.

Estas curvas calculan la relación existente entre la frecuencia y la intensidad (en decibelios) de dos sonidos para que estos sean percibidos como igual de fuertes, con lo que todos los puntos sobre una misma curva isofónica tienen la misma sonoridad.

Las primeras curvas de igual sonoridad fueron establecidas por Munson y Fletcher en 1930.

Las curvas Munson y Fletcher y las curvas de Robinson y Dadson sólo son válidas para un campo sonoro directo, dado que no tienen en cuenta que no percibimos por igual los sonidos si provienen de diferentes direcciones (campo sonoro difuso).