A cada cavidad o resonador, según su forma y volumen, le corresponde una nota de una altura determinada.
Algunas definiciones se refieren al timbre como una cualidad o parámetro más del sonido, equiparable a la frecuencia (tono), amplitud (intensidad) y duración.
Sin embargo, en la naturaleza, no existe ese sonido puro, libre de armónicos.
Así, los armónicos son múltiplos de la frecuencia fundamental, a la que acompañan.
El timbre viene determinado por la cantidad e intensidad de estos armónicos.