El mozárabe, romandalusí o romance andalusí fue el conjunto de dialectos romances que se hablaban en los territorios de la península ibérica bajo dominio musulmán entre la conquista árabe del año 711 y posiblemente el siglo XIII,[1][2][3] [página requerida][4] [página requerida][5] [página requerida][6] cuando, debido a la Reconquista, fueron sustituidos o se fundieron con las lenguas de los reinos cristianos (galaicoportugués, asturleonés, castellano, navarroaragonés y catalán-valenciano), no sin aportar al menos algunas palabras al lenguaje cotidiano actual.Al principio del siglo VIII d. C. y durante varias generaciones el romance peninsular fue la lengua predominante en las tierras conquistadas por los musulmanes.Se cree que hacia el siglo XII y XIII quedarían muy pocos hablantes de mozárabe, salvo en localizaciones muy aisladas.Esta diglosia dejó su huella en las posteriores lenguas romances peninsulares en forma de un superestrato árabe en el vocabulario.Entre estos diferentes dialectos romances no había unidad y, a diferencia de otras lenguas románicas, los pocos ejemplos que conocemos de lengua escrita usaban el alfabeto árabe en vez del alfabeto latino.Esta lengua nos es conocida principalmente por las jarchas (jarŷa, estrofas finales de las poesías denominadas moaxajas) de los poetas andalusíes, que, aunque generalmente estaban en árabe coloquial, en ocasiones usaban estribillos romances con algunos arabismos y hebraísmos.Por tanto, en el territorio musulmán, para los cristianos, aunque ahora son normalmente conocidos como «mozárabes», el término no estaba en uso en ese momento (Hitchcock, 1978).Así que las palabras «mozárabe» o ajamiya son exónimos y no autónimos de la lengua.Además de textos mozárabes breves, han llegado hasta nosotros diversas menciones de autores destacados durante el periodo andalusí, relativas al mozárabe, que permiten entender su uso social y la extensión del uso en diversos contextos.Estos hablantes de árabe andalusí no hablaban mozárabe, ya que dicha lengua había declinado mucho desde el siglo XII con el advenimiento del imperio almohade.Según el punto de vista predominante en la actualidad, el romance andalusí se habría extinguido en la Edad Media.Rafael Lapesa en 1981 propuso que «los dialectos mozárabes desaparecieron conforme los reinos cristianos fueron reconquistando las regiones del Sur; aquellas hablas decadentes no pudieron competir con las que llevaban los conquistadores, más vivas y evolucionadas; la absorción se inició desde la toma de Toledo (1085)».[16] El mozárabe es evidentemente una lengua romance con un léxico y una gramática claramente heredadas del latín tardío.Se ha señalado por Francisco Marcos Marín (2015), quien continúa trabajos previos y desarrollos de la investigación arqueológica, especialmente de Juan Zozaya, que los bereberes que invadieron Hispania en la conquista musulmana no habían podido todavía aprender árabe, por lo que se comunicarían en sus variedades afrorrománicas, próximas a las lenguas iberorromances y en sus variantes del bereber.El mozárabe por su ubicación geográfica se clasifica como parte de las lenguas romances occidentales.Lo cierto es que en testimonios posteriores parece haberse dado sonorización en algunas hablas como en la de la marca superior (valle del Ebro).Entre los rasgos que, con distintos grados de certeza, se han propuesto para los dialectos mozárabes de diversas áreas peninsulares están los siguientes: Alyantayra (hoy Lanteira, Granada) < argentaria, esponya 'esponja' < spongia, Yunqayra 'junquera' (hoy 'Yunquera', Málaga) < iuncaria, yuncha 'bot.juncia' < iuncea, yana 'puerta' < *ianua, yanayr 'enero' < ianuarius, yunyo 'junio' < iunius, yepšayr 'yesero' < gypsariu, yenešta y yeništella bot.Con esta escritura se conserva un significativo número de palabras en diferentes glosarios, así como frases romances en textos árabes.Senón, se non queres, ireime a ti, dime onde te encontro.Senão, se não quiseres, ir-me-ei a ti, diz-me onde te encontro.