La lengua recibe, para su período medieval, la denominación entre los lingüistas actuales de navarroaragonés, por abarcar los romances afines aragonés y navarro, así como el riojano precastellano.
[aclaración requerida] La existencia de unos ceretanos occidentales en el Pirineo medio se comprueba en las fuentes islámicas de los siglos VIII-IX; en esa época existían aún como pueblo diferenciado, según Guillermo Fatás[cita requerida] en Ibn Hayyan, Muqtabas y Al-Udri, Tarsi.
El lugar se localiza cuando las mismas fuentes hablan del río Gállego que nace en las montañas de dichas tierras.
Por otro lado, es probable que el romance hablado en estas áreas ya fuera muy similar al navarroaragonés antes de la conquista.
A su vez, la palabra Javier es una castellanización del vasco Xabier, que en aragonés dio Xabierre y luego Chabierre.
[cita requerida] Por lo tanto, los dialectos actuales se habrían enmarcado en al menos dos áreas históricamente diferenciadas en el Pirineo central: una que gravita hacia Jaca (valles de Hecho y Ansó) y otra hacia la Ribagorza.
[cita requerida] En la occidental dicen pro, baxo, almadía, a ormino, y en la oriental prou, baixo, nabata, asobén.
Los testimonios en navarro medieval son abundantes de forma que es el romance navarro la lengua que, a partir del siglo XIII y especialmente del XIV sería predominante en la corte y en la cancillería real.