Estas cuatro zonas son, además, las únicas donde todavía queda un número apreciable de hablantes jóvenes.
El activismo étnico, particularmente los institutos de formación preescolar en occitano, las «calandretas», han reintroducido el idioma a los jóvenes.
Ahora os ruego, por el mismo valor que os guía a la cima de la escalinata, En el occitano actual se emplean dos ortografías enfrentadas: Ethnologue clasifica esta lengua como: El carácter galorromance del occitano ha sido puesto en duda, ya que sus mayores afinidades se dan con el catalán y luego con el italiano, aunque ninguno de estos dos idiomas es galorromance.
Algunos autores postulan la existencia de un grupo occitano-romance que incluye el catalán y el occitano, sin definir si este grupo estaría más cercano al galorromance o al iberorromance, por lo que esta otra clasificación admitiría los siguientes grupos filogenéticos: En cuanto a la clasificación interna de las variantes de occitano, es común dividir los dialectos occitanos en tres grandes grupos: El inventario fonológico de consonantes está dado por: Los fonemas entre paréntesis solo aparecen en algunas variantes regionales.
El siguiente cuadro indica los sistemas reducidos: El siguiente cuadro muestra algunas de las alternacias dialectales encontradas entre variedades:[8] Excepto en las variedades de Niza e Italia, donde aparecen algunas palabras proparoxítonas o esdrújulas (mànega 'manga', diménegue 'domingo', 'parla-li 'háblale), en occitano las palabras regularmente son paroxítonas (llanas), por lo que en esta lengua aparecen acentos desplazados respecto a las formas latinas, compárense los siguientes pares de palabras occitanas y catalanas: como se aprecia en las primeras, siempre existe cambio de posición de acento, mientras que en las formas catalanas el acento se mantiene en la posición original.
La pronunciación clásica occitana se realiza según reglas de lectura constantes y regulares teniendo pocas excepciones.
En occitano ha tenido lugar una gran regularización introduciendo -a en adjetivos latinos de dos terminaciones (que en las demás lenguas romances suelen tener la misma forma para masculino y femenino): Los pronombres personales guardan una gran similitud con los que se encuentran en catalán: Tabla comparando términos.
Una hipótesis sobre el nacimiento del occitano dice que fue una lengua vehicular entre toda la gente de las áreas vecinas[cita requerida].
Los trovadores inventaron el amor cortés difundiendo la nueva idea de fidelidad a la dama más que al señor.
Uno de los pasajes más importantes en la literatura occidental es el canto 26, en el que el trovador Arnaut Daniel responde al narrador en occitano:
Esta situación no constituye más que una amenaza para la práctica del occitano.
Y esto induce a una sustitución del occitano por el francés como lengua escrita.
[29] El retroceso del occitano como lengua administrativa y literaria dura desde finales del siglo XIV hasta el XIX, el occitano no cesa de perder su estatuto de lengua erudita.
Los primeros textos aparecen desde finales del siglo XIV en el norte de la Auvernia.
[29] Por otro lado, el francés se impondrá solamente en los escritos administrativos y jurídicos (en las regiones occitanófonas).
En el transcurso del siglo XVI el francés sustituye masiva y definitivamente al occitano como lengua escrita oficial.
La Revolución francesa confirmará esta tendencia en la época de los jacobinos para favorecer la unidad nacional en la que impusieron el francés como única lengua oficial, lo cual no hará que la lengua de oc se deje de utilizar en el ámbito oral, incluso será utilizada por los revolucionarios para propagar más eficazmente sus ideas.
La lengua, a pesar de sus producciones literarias escritas entre el siglo XVI y el siglo XIX, no sobrevive más que en los usos populares raramente escritos hasta la renovación del Félibrige.
[39] Paradójicamente, durante el mismo período, la literatura occitana se ve recompensada en el extranjero por el premio Nobel otorgado al escritor provenzal y fundador del Félibrige Frédéric Mistral.
Con la revolución industrial y la urbanización, no hablar más que occitano constituía un impedimento para acceder a los puestos importantes.
Así, la miembro de la Academia Francesa Danièle Sallenave (asiento número 30) expresó en unas declaraciones a Le Monde en 1999: «Notre vision des « langues » et des « cultures » régionales, [...], baigne dans la niaise brume des bons sentiments écolo-folkloriques et se nourrit d’images d’un passé revisité… Ce ne peut être un objectif national» —Nuestra visión de "lenguas" y "culturas" regionales, sumergidas en tontas brumas de buenos sentimientos folclóricos que se alimentan de un pasado idealizado...