La producción mercantil simple (en alemán: einfache Warenproduktion) es un término acuñado por Friedrich Engels[1] para describir las actividades productivas en las condiciones de lo que Karl Marx habría llamado el "intercambio simple" de mercancías,[cita requerida] donde los productores independientes comercializan sus propios productos.
El primer grupo cree que Engels estaba equivocado y Marx analiza la lógica del capital.
[7] Comienza cuando los productores, en una simple división del trabajo (por ejemplo, agricultores y artesanos), intercambian excedentes según sus propias necesidades, con el objetivo de obtener otros productos de igual valor, para su propio uso.
[1] En el capitalismo el valor "está tan profundamente oculto que nuestros economistas pueden negar tranquilamente su existencia".
[14] Explica Engels: Esta misma posición fue sostenida por el economista clásico Adam Smith en La riqueza de las naciones:
Smith escribe que en ese "estado rudo" de la sociedad no hay división del trabajo y "el comercio es limitado y la gente no tiene ninguna razón para ahorrar o acumular excedentes para el intercambio".
Siguió la producción simple de mercancías y los primeros elementos del capital.
Los comerciantes no sólo actúan como intermediarios entre productores y consumidores, sino que también integran cada vez más producción en una economía de mercado.
Es decir, cada vez se produce más con fines comerciales y no para uso propio.
El resultado inicial se conoce como "capitalismo mercantil", que floreció en las ciudades de Europa occidental en los siglos XVII y XVIII.
Sólo cuando ese comercio sea posible, podrá reorganizarse toda la producción para ajustarla a los principios comerciales.
Marx describe la sociedad capitalista como "una sociedad donde la forma de mercancía es la forma universal del producto del trabajo, por lo que la relación social dominante es la relación entre los hombres como poseedores de mercancías".
[25] : 733 Para ello, es necesario superar muchas restricciones legales, políticas, religiosas y técnicas impuestas al comercio.
Esta economía mercantil simple se caracteriza por estas tres cualidades: "(i) alcanza un equilibrio en el que (ii) los precios corresponden a los valores del trabajo y (iii) el trabajo social se asigna a diferentes ramas de producción según la demanda social".
[27] En la "economía mercantil simple", la división social del trabajo no desarrollada, el trabajo asalariado no está generalizada y la distinción entre el sector primario y del secundario es inmadura.
Pavel Maksakovsky describe que la economía mercantil simple "no tiene una dinámica cíclica" y "la crisis sólo se vuelve real cuando el valor, conservando aún su forma y significado originales, también crece hasta convertirse en capital: una nueva relación de producción".
[29] En este modelo lógico, existe una correspondencia directa entre los precios y los valores de las mercancías.
[2] Joan Robinson rechazó la interpretación "histórica" de Engels al caer en "el argumento de los economistas 'burgueses' sobre cómo Robinson Crusoe igualó sus utilidades marginales" que el mismo Marx argumentó en contra.
[36] Mario L. Robles Báez señala que Marx en Una contribución a la crítica de la economía política se refiere sarcásticamente a tal sociedad como “el paradise lost de la burguesía, en el cual los hombres aún no se hallaban enfrentados entre sí como capitalistas, asalariados, terratenientes, arrendatarios, usureros, etc., sino simples productores e intercambiadores de mercancías”.