Alexander Parvus

[2]​ Como otros revolucionarios de la época, fue influenciado por el movimiento populista ruso (naródnik) y aprendió un oficio para «estar más cerca del pueblo».[2]​ Pronto se dedicó al periodismo en apoyo del Partido Social Demócrata alemán,[2]​ que creció espectacularmente en la década de 1890.[3]​ Más tarde marchó a Zúrich, donde continuaría sus estudios alcanzando el título de doctor en filosofía en 1891.[3]​ Pertenecía a la corriente más izquierdista[3]​ del partido y se opuso con firmeza al revisionismo.[4]​ Desató sus duros ataques a esta corriente en una serie de artículos en 1898 y comenzó la disputa con Eduard Bernstein que dividió al partido hasta 1914.[4]​ No abandonó, sin embargo, sus contactos con los revolucionarios rusos, aunque se mantuvo alejado de las disputas entre sus distintas corrientes.[3]​ En la socialdemocracia alemana se lo consideraba un escritor original que aportaba nuevas ideas al partido, como el uso de las grandes huelgas como instrumento político del proletariado.[5]​ Inseguro de su situación en el partido por la hostilidad que generaba su actitud hacia los revisionistas, decidió fundar su propio periódico en 1902, gracias a la fructífera experiencia obtenida en Dresde.La relación personal entre ambos fue amistosa y hubo cierta admiración mutua hacia sus respectivas obras; Parvus le sugirió que produjese allí su nueva publicación, Iskra.[7]​[6]​ Su prestigio hizo que, aunque sus intentos de reconciliación fracasasen, sus críticas a las dos corrientes se recibiesen con inusual respeto.[10]​ Fue elegido presidente del segundo Sóviet de San Petersburgo, surgido durante la revolución, aunque se mostró como un ineficaz dirigente revolucionario, al contrario que Trotski.[11]​ Durante su estancia en Alemania, Parvus entabló un trato con el escritor ruso Maksim Gorki para producir su obra Los bajos fondos.Allí creó una empresa mercantil de armas que obtendría cuantiosos beneficios durante las Guerras balcánicas.Parvus se dedicó inicialmente al periodismo, convencido de que la siguiente gran crisis europea surgiría precisamente en los Balcanes.[12]​ Se convirtió en una figura clave de la movilización económica del imperio, necesaria por el conflicto mundial.[13]​ Alemania financiaba a los socialistas revolucionarios de los países con los que estaba en guerra, porque sus actividades subversivos debilitaban su poder militar.Parvus apostó por Lenin y los bolcheviques,[14]​ no solo por sus ideas radicales sino porque se trataba del único sector político ruso que podría aceptar el patrocinio alemán en guerra contra Rusia, debido a que se oponía frontalmente a la misma.Rico y ciudadano alemán por sus servicios al imperio, comenzó por fin a editar su propio diario, Die Glocke (La Campana) en agosto de 1915.[16]​ Además, durante la guerra se convirtió en consejero de los dos dirigentes principales del Partido Socialdemócrata Alemán: Friedrich Ebert y Philipp Scheidemann.Esto provocó que el ministerio alemán confiara de nuevo en Parvus para financiar a Lenin y los bolcheviques.[19]​ Las acusaciones nunca se probaron, peros sirvieron para que el gobierno menchevique persiguiese y encarcelase a varios dirigentes del partido bolchevique.[22]​ Por su parte, Parvus negó haber financiado a los bolcheviques al tiempo que defendía sus posiciones, convencido de su próxima victoria política.Su actividad política decayó, a pesar de ser el asesor principal del presidente Friedrich Ebert.
Parvus junto a Trotski y Lev Deutsch en 1906, tras su encarcelamiento por las autoridades rusas. Parvus tuvo gran influencia en Trotski, que rompió relaciones con él durante la Primera Guerra Mundial por su apoyo a Alemania .