Otros habitantes llegaron en oleadas migratorias por el océano Pacífico procedentes probablemente de la Polinesia.
En Pubenza (Tocaima, Cundinamarca) se encontraron ocho artefactos en una capa estratigráfica fechada en 16.400 años AP.
Las más antiguas evidencias humanas encontradas en ese sitio, corresponden a lascas y artefactos que incluyen dos tajadores sin fechas de C-14, pero cuya edad puede estimarse mayor que trece mil años con base en fechas obtenidas para la unidad cultural inmediatamente superior.
En el Valle del Cauca, Palmira, Sauzalito y Recreos se encontraron percutores, martillos de mano, cantos con escotaduras tabulares, machacadores, pequeñas placas aparentemente usadas para preparar ocre y otras sustancias.
Hallazgos en el río Guayabero (Orinoquia colombiana), abren nuevas expectativas sobre la antigüedad y las migraciones del hombre temprano en Colombia.
Los primeros vestigios conocidos de cultura hortícola sobre el territorio colombiano, están ubicados en la zona de influencia de los Montes de María, que surcan los departamentos de Bolívar y Sucre, además de una estribación de estos montes hacia el departamento del Atlántico donde también hubo pequeños asentamientos relacionados con tribus que se formaron sobre todo en el área denominada Puerto Hormiga, donde se han realizado excavaciones, y se han encontrado vasijas y alfarería, a la que se les han practicado pruebas que ubican a esta cultura en el V milenio a. C. Estas comunidades se fueron dispersando, y parece que trasladaron sus conocimientos en pesca y alfarería a la Cultura Zenú, en la cual se integraron al migrar al norte.
Así mismo, en Araracuara, Caquetá, se encontraron restos de asentamientos y prácticas hortícolas, así como cerámica provenientes de 2700 a. C.[9] El sitio Zipacón, indica que los desarrollos agrícolas en el altiplano cundiboyacense se remontan más allá del 1320 a. C.; con coexistencia de la cacería y recolección, junto con prácticas agrícolas y alfarería durante el período cultural Herrera.
[14] Los Tierradentro construían varias clases de tumbas, entre las cuales algunas avanzan hasta ocho metros bajo tierra con amplios salones ovalados o circulares en torno a una columna central.
En el ámbito frutal, sobresale la producción de hortalizas, las guanábanas, piñas, aguacates y guayabas.
Su principal fuente proteica era el pescado obtenido del comercio con otros pueblos que vivían cerca de mar.
Por eso, entre los muiscas y los taironas existían ciertos lazos culturales, haciendo las relaciones entre ellos más fluidas que en comparación con otras como la quimbaya.
En lo referente a sus mitos y tradiciones, los taironas contaban con varios dioses, aunque poco se sabe de ellos, ya que no tenían lengua escrita y los cronistas de la colonia no se adentraron en la sierra.
Sin embargo, los kogui y las otras tribus aún conocen los mitos cosmogónicos de su cultura.
Aquellos que se quedaron en las partes altas de la sierra aún sobreviven, conformando los pueblos kogui, arhuaco y wiwa.
En tiempos de guerra todos los uzaques, o señores menores, se reunían con el gobernante y tomaban las decisiones.
Además, los muiscas son la nación que dio origen a la leyenda de "El Dorado".
Las esmeraldas, la sal y el cobre, necesarios para fabricar joyas, eran canjeadas con los pijaos y los panches, que habitaban el sur; en cambio, estos les daban oro, que tenían en abundancia.
[25] Los quimbayas habitaron la región del actual Eje cafetero, sobre todo en el Quindío.
Los cultivos más comunes, eran los de maíz, arracacha, frijol, fique y yuca.
Además recogían los panales silvestres para extraer miel, la cual consumían virgen y también sacaban cera, que usaban para hacer las piezas de oro bajo la técnica de moldeo a la cera perdida.
Las ciudades eran interdependientes: Mexión, que rondaba los 25 000 habitantes, en su mayoría tejían canastos, sombreros, viseras, mochilas, taparrabos, mantas, hamacas y otros utensilios.
Finzenú era la capital del país y tenía alrededor de 70 000 habitantes, siendo la ciudad más grande.
Los zenúes se dedicaron a construir canales hasta dejar una red intrincada que unía las cuatro ciudades y los pequeños pueblos.
[33] La Cultura Calima es la manera como los arqueólogos han denominado al asentamiento humano que pobló la zona de influencia de los ríos Dagua, Calima y San Juan en el Departamento del Valle del Cauca y que habitaron según los estudios entre el Holoceno y el siglo XV.
En la zona se encuentran los volcanes: Chiles, Cumbal, Azufral, Galeras, Doña Juana y Patascoy.
El paisaje es ondulado y está constituido por lomas bajas alternadas con hondonadas.
[39] Capulí se encuentra tentativamente datado, a partir del siglo XII d. C., y Piartal-Tuza, fechado entre el siglo VII y XVI d. C. Los hallazgos de Capulí se sitúan en el municipio de Ipiales.
[44] Vecinos de la cultura nariño, presenta sin embargo importantes diferencias, se especializaron en alfarería, ricamente decorada.
Eso se ve en que la mayoría de las obras muiscas parecen ser toscas y mal terminadas aunque la calidad del oro era superior, y las tairona técnicamente perfectas, los muiscas al aprender la técnica de la cera perdida mejoraron la estética de sus obras, prácticamente abandonaron el método del repujado directo, que además de inexacto le restaba vida útil a la pieza pues esta cogía más riesgo de cuartearse y también restringía las obras a solamente láminas, ya que repujar sobre el oro bruto es casi imposible.