La cultura indígena zenú está ubicada entre las hoyas de los ríos Sinú, San Jorge y Nechí.
[1] El sistema, que fue expandiéndose progresivamente, llegó a cubrir hasta 500 000 hectáreas de suelo cenagoso sobre el año 1000.
En el siglo XV, al contacto con los hispanos y otras poblaciones no indígenas se produjeron cambios considerables en la cultura sinú, como la pérdida de capacidad organizativa tradicional que fueron desestructuradas al implementar instituciones como la de encomienda y culturalización.
Surge así en este siglo, la encomienda, dando origen a la formación de haciendas, mercedes de tierras y adjudicaciones a labriegos españoles, mestizos, negros, zambos y mulatos.
Los sinúes hablaban la lengua guajiba o guamacó, que desapareció rápidamente durante la conquista.
Actualmente en su liderazgo existe la presencia del cacique mayor municipal, líder comunitario encargado de solucionar no solo los problemas que se presentan entre los habitantes de la población, sino también para los arreglos matrimoniales, realizados por la Iglesia católica, hurtos que pueden ser pagados con dinero u otras sanciones.
Durante la Semana Santa, además de pescado, comen como plato especial la "babilla" (Caiman crocodylus fuscus) y la tortuga "hicotea" (Trachemys scripta callirostris), que a veces crían en pequeña escala.
Como artesanos se destacan en el trenzado en fibras vegetales para fabricar sombreros y otros objetos, que actualmente son exportados a varios países.
La fibra de "napa" (Manicaria saccifera) se usa para elaborar canastas, floreros, escobas, abanicos y esteras.