[2] La ceniza volcánica se origina en erupciones, habiendo tres formas básicas de formación: magmática, freatomagmática/hidrovolcánica y freáticas.[3] Si una erupción volcánica ocurre dentro de un glaciar, el agua fría se mezcla rápidamente con la lava creando pequeños fragmentos cristalinos, que pueden crear una gran nube de ceniza rica en pequeños cristales y que son especialmente peligrosos para la aviación.[4] Por último también se puede producir ceniza durante erupciones freáticas, es decir por explosiones de vapor y agua en un volcán.[5] El contacto con ceniza caliente de un flujo u oleada piroclástica casi siempre causan la muerte por quemaduras o asfixia.[7] Estos suelos se distribuyen únicamente en zonas de volcanes activos o recientemente extintos.