Buque de guerra

Hasta que el peligro de la piratería terminó en el siglo XIX, era común artillar grandes naves mercantes como eran los galeones.

Aproximadamente 2000 años a. C. aparecieron los fenicios, pueblo eminentemente marítimo que durante siglos fueron los más hábiles constructores de barcos.

Solían llevar un palo dirigido hacia adelante y en su proa tenían emblemas o figuras simbólicas como mascarones.

Luego pasaron a dominar el Mediterráneo los romanos, imperio mediterráneo que por necesidad tuvo que tener una marina de guerra para defenderse de Cartago y luego para expandir su imperio.

Los vikingos, pueblo marítimo originario de Escandinavia estuvo en la escena europea entre los años 700 y 1000.

Versiones posteriores incluían un único mástil con una vela rectangular que facilitaba el trabajo de los remeros, especialmente durante las largas travesías.

Consistía en un bajel grande, de alto bordo que se movía por la acción del viento.

En el siglo XVI, el comercio marítimo transatlántico aumentó considerablemente, lo que incentivó la investigación y la creación de naves más apropiadas para largas travesías y para soportar los rigores de la mar en forma continuada.

Así fue como apareció el navío que en el mundo militar adoptó el nombre de bergantín, siglo XVII.

Más adelante aparecieron, en el siglo XVIII, la fragata, nave que tenía dos puentes y la corbeta con solo uno.

Durante el siglo XIX los buques de guerra experimentaron una revolución en su propulsión, en el armamento y en su construcción.

Una nueva revolución en el diseño y construcción de buques de guerra comenzó a principios del siglo XX cuando Gran Bretaña construyó y puso en servicio, en 1906, al gran acorazado HMS Dreadnought.

Rápidamente todos los países marítimos comenzaron a construir naves similares al Dreadnought.

Pero estos cruceros de batalla probaron ser mucho más vulnerables que sus contemporáneos los acorazados.

Entre los navíos torpederos, continuó el desarrollo del destructor al mismo tiempo que los acorazados.

A fines de la Primera Guerra Mundial los submarinos habían probado su real capacidad ofensiva.

Trirreme griego.
Trirreme romano.
Esquema de un navío de línea.
Fragata del año 1799.
Cañones a bordo - 1862.
Funcionamiento de una torreta británica Stark I.
Los portaaviones USS Enterprise (CVN-65) y Charles de Gaulle (R 91).
Buques de línea de 5 países - 2002.
Buque de acción marítima Tornado de la Armada Española.