Dos de sus hijos, Achille y Ugo, fueron oficiales navales; ambos fallecieron en actos del servicio.
La propuesta recibió un caluroso reconocimiento del almirante francés Froget, conocido experto en el arte naval de su tiempo quien reconoció que éxito del acuerdo aliado se debía a los principios preconizados por Baistrocchi para la defensa de la navegación comercial, amenazada gravemente por los sumergibles.
En su nuevo cargo, desarrolló una importante actividad para valorizar y mejorar el Registro Italiano.
La importancia de la obra, que compilaba todo lo conocido sobre el arte naval, hizo que fuera prologada por el gran almirante y mariscal de Italia Paolo Emilio Thaon di Revel.
El libro fue traducido a varias lenguas siendo el capitán de fragata Juan Navarro Dagnino quien lo tradujo al español en 1924 bajo el título "Arte Naval".