Estaban menos protegidos que los cruceros acorazados y poseían una cubierta blindada que se curvaba por los lados protegiendo ligeramente los costados de la nave.
Alrededor de 1910, al aumentar de calidad del blindaje y comenzar los motores de turbina de vapor, más ligeros y con más potencia que sus predecesores, los cruceros protegidos existentes empezaron a resultar anticuados, ya que eran más lentos y menos protegidos que las nuevas naves.
El último sobreviviente de esta serie es el USS Olympia (C6), preservado como nave museo en Filadelfia.
Las naves existentes señaladas con dicha catalogación, serían designadas únicamente como "cruceros" con nuevos numerales (de modo que los cruceros acorazados pudieran conservar sus numerales).
Los cruceros protegidos segunda clase eran menores, desplazando entre 3000-5500 toneladas y tenían entre sus funciones la protección de las rutas comerciales y el de actuar como exploradores para la flota.