Lautaro

Lautaro era hijo del lonco llamado Curiñancu (mapudungun Kurüñamku, 'aguilucho negro') y vivió una vida normal hasta que, teniendo alrededor de once años de edad, fue capturado por los españoles y convertido en servidumbre, durante seis años.

En algún momento entre la estadía en La Concepción (actual Penco) y el trayecto a Santiago, Lautaro se fugó.

Les enseñó que la retirada no era cobardía, sino una forma táctica de combate.

Además creó un verdadero servicio de "investigaciones e inteligencia", utilizando hombres, mujeres y adolescentes.

Físicamente, Lautaro era un joven no muy alto, más bien grueso, de unos ojos negros penetrantes, cuerpo robusto y rostro lleno.

Los espías mapuches siguieron la columna desde las alturas de los cerros y no presentaban batalla, dejándole hacer su camino.

Valdivia aun así decide seguir y hacer campamento en las ruinas humeantes del fuerte.

Valdivia, experto militar, apenas pudo armar sus líneas defensivas y aguantar el primer choque, mientras la caballería cargaba sobre la retaguardia mapuche.

Los españoles lograron descomponer la carga mapuche, que, volviéndose a los bosques, se retiraron de la loma.

Mientras todos discutían, un Cacique llamado Leucotón se puso de pie, caminó tranquilamente hacia Valdivia y extinguió su vida propinándole un fuerte mazazo en la nuca.

Es posible que el corazón de Valdivia haya sido consumido por los mapuches, pues acorde a su tradición, es ahí donde se encuentra el valor en los grandes guerreros, y al consumirlo absorbes ese valor y a la vez honras su recuerdo.

Los mapuches, pasado el Admapu, se dejaron caer sobre la desierta Concepción y luego de desvalijarla, la redujeron a escombros humeantes.

Además, las cosechas no se habían realizado por la guerra y la hambruna empezaba a aparecer entre su pueblo.

A eso se les sumó las nuevas enfermedades traídas por los españoles, la viruela y la fiebre tifoidea entre otras.

En diciembre de ese año, una avanzada española, viniendo por tierra y mar empezó a reconstruir Concepción.

Mientras tanto, la situación del pueblo mapuche, que debido a la guerra y la sequía había sufrido una gran hambruna, hacía estragos entre sus miembros.

Además el chavalongo, (probablemente tifus, una enfermedad traída por los españoles y desconocida en América), se asentó entre ellos haciendo disminuir la fuerza guerrera de Lautaro.

En Santiago se despachó con urgencia a Diego Cano, más 14 hombres, para averiguar la real situación del Maule.

Lautaro hizo despellejar el cadáver del español y mandó colocarlo en lo alto de un roble.

Supo que Lautaro tenía cuartel en un pucará situado en Peteroa y pronto estuvo en las inmediaciones del fortín mapuche.

Lautaro lo atacó por la retaguardia, haciendo uso por primera vez de caballería mapuche armada como lanceros e hizo replegarse a Pedro de Villagra hacia un valle encajonado, quien envió emisarios hacia Santiago para pedir refuerzos.

Marcos Veas, soldado español y antiguo amigo de Lautaro en tiempos de Valdivia, insta a Lautaro a deponer las armas ya que no se podría oponer por siempre al poderío español.

Se transformó en un dictador autocrático y volvió a cometer toda clase de tropelías en contra del pueblo picunche y los promaucahues, menos belicosos, ganándose numerosos enemigos, entre ellos un mapuche joven quien vio morir quemado delante de él a su padre.

Las informaciones obtenidas por Lautaro le hacían suponer lejos al enemigo que había dejado al sur y por tanto descuidó la vigilancia del emplazamiento y no supo del acercamiento de Villagra y Godínez, ya sea porque los naturales de la zona no dieron la alarma o bien le ocultaron la información.

A los españoles les fue informado además que, la noche anterior, las huestes de Lautaro habían estado embriagándose en una celebración.

Aunque Lautaro fracasó en expulsar a los españoles del territorio mapuche, después de su muerte estos se mostraron más cautos a la hora de fundar nuevas ciudades, creando solo siete al sur del río Biobío.

Sólo otros, como Pelantaro (Pelantraru), Lientur y el Mestizo Alejo se podrían comparar con Lautaro, ya que lograron también éxito en sus campañas.

Los mapuches arrasaron todas las ciudades al sur del río Biobío, en la gran sublevación de Pelantaro, en 1602.

De hecho, fue elegido por estudiantes y profesores en el concurso Grandes Chilenos como el séptimo más grande chileno, superando a figuras como Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Violeta Parra.

Así también, se tiende erróneamente a pensar que Lautaro es un líder de un pueblo Mapuche unificado.

Ilustración de Lautaro por Paul Dufresne (1905).
Busto de Lautaro en la plaza de Cañete .
Estatua de Lautaro en la Plaza de la Independencia de Concepción .
Retrato de Lautaro en el libro Relación del viaje de Fray Diego de Ocaña por el Nuevo Mundo (1599-1605) .
Vista del Cerro Chiripilco con el río Mataquito al fondo
Portada de Lautaro, joven Libertador de Arauco (1943) del escritor Fernando Alegría .
Grabado de Lautaro en una versión ilustrada de " La Araucana " (1852).