Los españoles bautizarán dicha batalla como "el Desastre de Curalaba", donde perdieron la vida 50 españoles además de su gobernador, dando a Pelantaru el prestigio suficiente para convocar bajo su mando a todas las tribus.
Este hecho provocó una sublevación general de los indígenas asociados al pueblo mapuche y destruyó casi todas las ciudades al sur del río Biobío, con la excepción de Castro, que sería tomada durante unos meses por corsarios holandeses.
Las ciudades fundadas al interior del territorio no volvieron a construirse hasta la ocupación de la Araucanía en el siglo XIX”.
El desastre de Curalaba pone fin al período llamado "Conquista" en la historiografía chilena.
Así había seguido la vida hasta que después de tantísimas generaciones habían traído un día la noticia, dicen, dijeron "entró donde los picunches (mapuches del norte, actualmente Copiapó y más al sur aprox.)