Catorce de la fama

Diversos clanes mapuches como los de Arauco y Tucapel se unieron entonces para expulsar a los invasores.

Pero Lautaro no pudo explotarla ya que la tradición mapuche impuesta por el Admapu exigía que después de una victoria debían hacerse largas celebraciones y libaciones de muday.

El día 26, Juan Gómez llega al destruido fuerte de Tucapel, en las inmediaciones ha visto a los mapuches celebrando el triunfo y jugando con los cuerpos y las cabezas de los vencidos.

No fue largo el descanso ya que fueron acometidos por los mapuches combatiendo hasta la puesta del Sol.

Los pobladores del fuerte comprenden el destino que les esperaba y huyen en dirección a La Imperial.