Pero el almirante Cristóbal Colón, en su cuarto y último a América, la llamó Islas de los Pinos.Está ubicada a unos 18 kilómetros del puerto de La Ceiba, (Honduras).[12][16] Guanaja presenta una mezcla de los rasgos topográficos y geológicos que caracterizan las otras dos islas.Estas cumbres son importantes yacimientos de granito, mármol y serpentina.Estas cumbres a menudo son coronadas por afloramientos de rocas metamórficas tales como mármol, anfibolita, serpentina.[16] Las áreas planas son escasas por toda la cordillera central de la isla, estas se encuentran principalmente en las costas, aunque, limitadas en tamaño.[16][12] Barbareta, aunque también es una isla pequeña, es sin embargo muy diferente ya que contiene varias cumbres, la más alta alcanza una altura de 143 metros sobre el nivel del mar.[17][18] Se trata de un clima es más suave que en el territorio continental, con fuertes precipitaciones.[19] Mientras Colón y sus hombres se encontraban en Guanaja, llegó una canoa remada por veinticinco indios.Asimismo, el almirante informó, que estos indios venían de un país muy rico.[20] Después de este descubrimiento, el almirante Colón reclamó el territorio para España y siguió con rumbo hacia Punta Castilla en tierra firme.[22] A partir del siglo XVII las potencias europeas desafiaron la soberanía hispano-lusa sobre América.[22][3][4]Sin embargo, los piratas volvieron a ocupar las islas para continuar su lucrativo negocio de asalto y contrabando, siendo empleadas las islas por Henry Morgan, Barbanegra, Edward Low, Jackson, Sharp o John Coxen.Los garífuna solicitaron asilo en los territorios centroamericanos españoles, asentándose primero en Trujillo y después a lo largo de la costa.Sin embargo, las pretensiones inglesas sobre las islas no cesaron durante este periodo.El coronel Loustrelet, el comandante, les informó que no podían hacerlo sin el permiso del gobierno estatal de Honduras.[28] Un pequeño partido en la isla, favorable a los intereses británicos, se esforzó activamente por conseguir la protección inglesa.Un tal señor William Fitzgibbon era presidente de la Corte Suprema y magistrado jefe interino.Convocó una reunión de los habitantes y las declaró bajo la soberanía del Reino Unido.El gobierno americano envió inmediatamente demandas en este sentido al del Reino Unido, y durante los años 1854-1856 se mantuvo una elaborada correspondencia entre el señor Buchanan, embajador americano en Londres, y Lord Clarendon, sobre el tema, pero sin ningún resultado satisfactorio.Para hacer efectivo el tratado, el presidente, José Santos Guardiola emitió un decreto declarando a las Islas de la Bahía y la costa de La Mosquitia como parte integral del territorio hondureño.Las exportaciones ascendieron a cerca de US $300,000.00 acometiéndose mejoras en las instalaciones portuarias y el edificio del gobierno.Algunos isleños continuaron aferrándose a su idea nostálgica de convertirse en colonia británica, practicando la religión protestante, y obteniendo incluso un traductor al inglés en la Gobernación Política hasta 1930.Los abusos de los isleños pasaron por aplicar tarifas a los propios hondureños si no eran residentes en las islas, cobrar aranceles ilegales para productos procedentes del resto de Honduras y el desprecio a la cultura centroamericana en particular e hispanoamericana en general.Tiene cuatro grandes familias étnicas: mestizos o blancos que son la mayoría, los indígenas, los garífunas y los criollo-anglohablantes.se hizo con el control de la producción y comercio del banano.Desde 1862 en adelante, las Islas pertenecen a Honduras, con funcionarios nombrados por el gobierno hondureño.Su capital es la ciudad puerto de Roatán antiguamente conocida como Coxen Hole.Su nombre le fue dado en honor al presidente constitucional de Honduras (1856-1862) José Santos Guardiola.Este municipio rodeado por el mar Caribe, es el más cercano a tierra firme (18 kilómetros de Honduras).
Negociaciones del tratado entre los
caribes negros
y las autoridades británicas en la isla caribeña de San Vicente (1773)
pintado por Agostino Brunias.