Conflictos fronterizos entre Brasil y Perú

Se dio pie así a una política expansionista en Brasil contra sus demás vecinos sudamericanos.Tal primera anexión quedó como un hecho consumado (o fait accompli) durante el gobierno del presidente Mariano Melgarejo.Cuando en 1867, Bolivia y Brasil ratificaron un tratado de fronteras, el Perú levantó un reclamo al no considerar a Bolivia como una potencia amazónica (y por tanto, no lo reconocía plenamente, aunado a lo que se vio como una ofensa de Bolivia por negociar con territorios que podían ser peruanos) y prosiguió su política de colonización en la zona que Brasil consideraba suya.Frente a ello, Bolivia intentó una política más agresiva contra los brasileños, los cuales consideraba invadían su territorio, pero aquello desencadenó en la Revuelta acreana y la posterior intervención del Brasil, que concluyó en la guerra del Acre (1899-1903), con victoria de los brasileños y la consiguiente anexión de la República de Acre al Brasil.[6]​ Las primeras incursiones se dieron al establecerse un puesto aduanero peruano en el Yurúa a fines de 1902, por el río Amonea, empezando los primeros roces con los colonos brasileños (durante el incidente armado peruano-brasileño de Amuheya), quienes a través del Estado de Amazonas (Brasil), solicitaron la intervención del Estado Nacional para sacar a los "invasores peruanos".Esto hizo que Brasil tuviera que estar muy pendiente de la geopolítica de los países del Pacífico (Perú, Chile, Ecuador y Colombia) para resolver sus disputas amazónicas con Perú y Bolivia, a su vez que los conflictos territoriales de América del Sur en general estaban arrastrando incluso al Paraguay (en problemas con Bolivia por el Chaco) y Argentina (este muy favorable al Perú por su propia rivalidad con Chile y Brasil).[9]​ Finalmente, Bolivia firmaría con Perú el Tratado Polo-Bustamante en 1909, abandonando su hostilidad al Perú, aunque durante ese lapso de tiempo, hubo coqueteos ante una posible alianza con Chile y Ecuador contra el Perú (sobre todo en el gobierno de Ismael Montes) para así evitar más pérdidas territoriales (pues había aún conflictos fronterizos por el río Inambari y el Titicaca), lo cual a Bolivia lo hubiera puesto subyacentemente a favor de Brasil, tras retirarse en 1904 (como 3.er bando del conflicto del Acre) con el Tratado de Petrópolis.Inicialmente la alianza defensiva se planteaba dirigida contra Bolivia por el arrendamiento estadounidense del Acre a través de The bolivian syndicate, pero posteriormente el ministro Eliodoro Yáñez propuso "hacer entrar a Bolivia en este arreglo" de lograrse buenos entendimientos boliviano-brasileños tras el Tratado de Petrópolis, mientras manifestaba que la entente chileno-brasileña debía ser utilizada para tener resultados favorables contra Argentina y sus conflictos por delimitar la Frontera Chile-Argentina, lo que a su vez arrastraba a aislar al Perú.A su vez, Brasil consideró incluir a Argentina en esta entente Chileno-Brasileña, para así evitar ser arrastrado en una guerra con estos por culpa de los conflictos chileno-argentinos, y lograr un acuerdo que busque auténticamente la paz sudamericana (logrando aislar aún más al Perú), pero finalmente razonaron que una alianza con Argentina solo podía ser en contra de Brasil (con el que había rivalidades por el dominio de la Cuenca del Plata, y desconfianzas por el apoyo argentino a los peruanos y bolivianos), y por ello estaba fuera de toda posibilidad concretar una gran alianza.Sin embargo, cuando se dio el pacto ecuatoriano-brasileño del Tratado Tobar Rio Branco en 1904, el representante chileno en Río de Janeiro (muy probablemente invitado por sus aliados ecuatorianos) se mostro escéptico a ser incluido de manera formal en una alianza tripartita, en tanto que Chile temía la idea de ver al Brasil como una potencia del Pacífico (puesto que ello iría en conflicto con la geopolítica chilena de tener el dominio del Pacífico Sur, queriendo evitar un posible nuevo rival).Como reacción al bloqueo brasileño, los peruanos solicitaron la intervención de Estados Unidos (que ya antes había brindado apoyo a los bolivianos en la guerra del Acre), apelando a su defensa del libre comercio internacional para que presione a Brasil a aceptar la propuesta de administración conjunta de las tierras hasta que se logre realizar un laudo arbitral y así se acaben las irregularidades del tránsito comercial amazónico.Con ello, intereses de Brasil llegaron a prevalecer y el Barón escribió que:Por otro lado, los anteriores acuerdos anti-peruanos de Brasil, como el Tratado Tobar-Rio Branco con Ecuador, quedarían obsoletos y abandonados.Por parte del Perú, se fueron disolviendo paulatinamente los temores a una gran alianza antiperuana (iniciando sus propias negociaciones con Ecuador para otro laudo arbitral a través del rey Alfonso XIII de España para repartirse la Amazonia, aunque siendo infructuosas con la tensión peruano-ecuatoriana de 1910, en la que Brasil ya no se mostraría favorable a Ecuador), y después de que el laudo arbitral de Argentina declarara que la parte oriental de Acre estaba en la soberanía boliviana, se pudieron desarrollar acuerdos en las que pasaban a la soberanía peruana unos 39.000 km² en el Alto Yurúa y en el Alto Purús (en la que se encontraba una mayoría de colonos peruanos), lo que fue visto por las elites política del Perú con júbilo, por marcar el fin del expansionismo brasileño, aunque con disgusto por la opinión pública peruana por la idea de haberse cedido territorio.