Guerra de Canudos

Antônio Conselheiro afirmó ser un profeta y dijo que el legendario retorno del rey portugués Sebastián estaba cerca.

El Gobierno del Brasil, recién instalado, necesitaba dinero para materializar sus planes, por lo que emprendió una recolección de impuestos.

El Estado comenzó a enviar tropas en pequeñas expediciones para invadir la aldea, pero fueron irremediablemente diezmadas por el bando de los beatos.

No obstante, la muerte del coronel Moreira César, quien comandaba a 1500 soldados en la tercera expedición, cambió el curso de los combates.

Los pocos supervivientes (unos cientos de niños, mujeres y ancianos) fueron trasladados a diferentes lugares del país.

Caricatura de la prensa de la época representando al Conselheiro con un séquito armado, tratando de «parar a la República».
Alegoría a Canudos por André Koehne.
Única foto conocida de "Antônio Conselheiro" tomada tras su muerte en septiembre de 1897.