Entre los principales motivos de la entrega del territorio están la Fiebre del caucho,[1] sucedida a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y la sublevación de los habitantes de la región, que en su mayor parte eran brasileños.
Por el tratado, Brasil se comprometía a los siguientes términos:[2] Brasil cumplió con todas las obligaciones del tratado.
El ferrocarril fue finalizado en 1912,[3] a pesar de no haber conseguido alcanzar la ciudad de Riberalta debido a las condiciones del terreno, y costó al Brasil US$ 33 millones y 3.600 vidas de trabajadores brasileños.
Llamado Estrada de Ferro Madeira-Mamoré, el ferrocarril funcionó hasta 1972, cuando fue desactivado por no ser más interesante económicamente para ninguno de los países — casi dos años después de terminado el Madeira-Mamoré, en 1914, Bolivia construyó un ferrocarril en colaboración con Chile, para llevar su producción al Pacífico.
Durante el período de 1912 a 1972, se llegó a transportar una cantidad considerable de mercadería tanto brasileña cuanto boliviana por el ferrocarril Madeira-Mamoré.