Carrera armamentista naval sudamericana

[cita requerida] A finales de 1905 el Gobierno brasileño encargó a la compañía británica Armstrong Whitworth la construcción de tres pequeños acorazados, pero dichos planes fueron rápidamente desechados tras la aparición en escena del revolucionario acorazado británico HMS Dreadnought en 1906.

[cita requerida] El tercer dreadnought brasileño se enfrentó a una considerable oposición política debida a una nueva crisis económica y a la llamada Revolta da Chibata (Revuelta del látigo, en español), durante la cual las tripulaciones de sus dos nuevos acorazados se amotinaron y amenazaron con abrir fuego sobre Río de Janeiro si sus reclamos no eran atendidos.

A pesar de esos incidentes, Armstrong logró que Brasil cumpla con sus obligaciones contractuales.

Los problemas se agudizaron en 1872 y 1878, cuando buques de guerra chilenos capturaron barcos mercantes que habían recibido licencia del Gobierno argentino para operar en el área disputada.

[cita requerida] En 1877 un buque argentino hizo lo propio a un barco estadounidense con licencia chilena, un incidente que estuvo cerca de provocar una guerra en noviembre de 1878, cuando Argentina decidió enviar un escuadrón naval al río Santa Cruz.

Durante los años siguientes ambos gobiernos se vieron distraídos por otros asuntos: Argentina intensificó sus operaciones militares contra la población indígena (1870-84) y Chile se vio envuelto en la guerra del Pacífico contra Bolivia y Perú (1879-83).

Chile ordenó la construcción del acorazado Capitán Prat, dos cruceros protegidos y dos torpederos, que fueron lanzados en 1890.

Chile respondió ordenando su propio crucero acorazado, el O'Higgins, y seis buques torpederos; el Gobierno argentino replicó ordenando al instante otro crucero acorazado a la firma de ingeniería italiana Ansaldo, contratando luego la construcción de dos más.

No está claro si los dos acorazados argentinos fueron realmente ordenados, pero en cualquier caso los planes fueron rápidamente anulados.

Con defensas tan dilapidadas, José Paranhos Jr., Barón de Río Branco y ministro de relaciones exteriores del Brasil, afirmó "En tales condiciones, usted...comprende cuán enojado estoy y todas las preocupaciones que tengo.

[cita requerida] Durante el mismo período otras marinas sudamericanas adquirieron también buques más pequeños.

El monitor argentino ARA Almirante Brown
El acorazado chileno Capitán Prat
El crucero acorazado argentino ARA Garibaldi
El crucero acorazado chileno O´Higgins
Vista aérea del São Paulo ; las torretas están en ambos lados de la superestructura. [ I ]
El acorazado argentino ARA Rivadavia
El acorazado chileno Almirante Latorre
El crucero peruano Almirante Grau
El acorazado clase Minas Geraes fue diseñado, construido y completado antes que los otros acorazados sudamericanos, los que también eran más pequeños y no tan bien armados. Dos acorazados posteriores, Rio de Janeiro y Riachuelo , fueron planificados, pero el primero fue vendido al Imperio Otomano ante la caída de los ingresos del gobierno y el otro fue cancelado. [ 2 ] [ II ]
El acorazado clase Rivadavia era el segundo comprado por un país sudamericano y el único que no fue construido por una compañía británica. Ordenado en respuesta a los clase Minas Geraes , eran mucho más grandes, llevaban dos armas de 12 pulgadas adicionales, y estaban siginificativamente mejor blindados que sus contrapartes brasileñas. [ 3 ] [ III ]
Almirante Latorre fue el último acorazado sudamericano construido, y era más grande y mejor armado que sus contrapartes. El arreglo más eficiente de sus cinco torretas de 14 pulgadas, montadas en la línea central en vez de en echelon , le permitía al barco disparar por la banda sin dañar el navío. [ 4 ] [ IV ]