El voto en Uruguay es obligatorio y quien no pudiese votar sin causa fundada incurrirá en una multa o se verá sancionado con la imposibilidad de realizar varios trámites públicos.
El mismo día se eligen todos los senadores y diputados que integrarán la XLVIII Legislatura del Poder Legislativo de Uruguay.
Para que un lema pueda presentarse a dicha instancia debe alcanzar al menos 500 votos en la elección interna.
[6] Como el ciclo electoral de Uruguay es prolongado, es correcto afirmar que la campaña proselitista dura varios meses.
[8] En las fórmulas presidenciales aparecieron apellidos muy relevantes para la historia reciente del Uruguay, que una y otra vez volvieron a ser usados como sinónimo de crítica.
[9] Desde agosto ya se fueron anunciando apoyos ante un eventual balotaje, como el de Amorín a Lacalle Pou.
[10] Un tema recurrente en los medios y en las manifestaciones recíprocas entre candidatos, ha sido la falta de debates televisivos.
[11] En una ocasión aparecieron juntos los cuatro candidatos que reunían más favoritismo en las encuestas (Vázquez, Lacalle Pou, Bordaberry, Mieres) en la Rural del Prado,[12] y cada uno fue exponiendo sus ideas sobre determinados temas; fue prácticamente la única instancia en la que se pudieron cotejar sus pensamientos casi en simultánea.
[86] En la Cámara de Representantes, el Frente Amplio obtuvo la mayoría absoluta del organismo, con 50 miembros.