A esto habría que sumar una noción semejante por parte de los druidas, quizá todavía presente en la creencia germánica en los Kobold.
Esta teoría habría sido completada en The Witch-Cult in Western Europe (1921) por la doctora Margaret Murray (1863-1963).
Dios habría suspendido su sentencia hasta el día del Juicio Final, y mientras tanto estos seres circularían por el orbe infranatural, es decir, por debajo de la órbita de la Luna, pues por encima estaría lo sobrenatural.
En otro ensayo,[7] el poeta Heinrich Heine llama a toda esta gente "dioses en el exilio", porque antiguamente eran los diosecillos paganos menores que detentaban algunas funciones religiosas y ahora han sido arrojados al margen, por lo que aparecen ridiculizados por la tradición religiosa dominante en los cuentos folklóricos tradicionales.
Su aspecto por ello ha sido desfigurado como risible y solo tienen importancia para los niños impresionables, gracias a los cuales, sin embargo, perdura su recuerdo más o menos deturpado.
Otros tipos de duendes irlandeses son los cluricaun (aficionados a las bebidas embriagantes) y los far darrig (hombres rojos).
Al puck se le caracteriza con un aire más similar a los pixis del folclor británico, sobre todo de Cornualles.
Los duendes escandinavos se encuentran asociados al solsticio de invierno, y en la actualidad, a la Navidad.
Su apariencia moderna es la del arquetípico duende de jardín o duende navideño: diminutos, ataviados con ropajes de colores brillantes, sombreros cónicos puntiagudos y una barba larga, sin embargo, en las tradiciones folclóricas escandinavas se les describe como hombres viejos y pequeños vestidos a la usanza rural campesina, de carácter voluble, a veces alegres y traviesos, otras veces iracundos y vengativos, que tienen la capacidad de volverse invisibles o tomar diversas formas.
Al igual que otros tipos de duendes, en ocasiones ayudaban a los hombres en las tareas hogareñas En el folclor de Rumania, el spiriduș era una pequeña criatura cuyo carácter podía ser bueno o malo.
El sufijo -uș es un diminutivo de la palabra espíritu, en un significado más asociado al término "fantasma".
El lutin también es un duende travieso, pues le gusta amarrar en trenzas las crines de los caballos.
Los lutin han pasado del folclor francés a América, sobre todo en la provincia de Quebec, en Canadá, o en la leyenda del "nain rouge" (enano rojo) que hechiza la ciudad de Detroit, Míchigan.
El folclor de España es rico en cuentos y leyendas sobre diversos tipos de duendes: Trasgos, Martinicos, Diaños, Gnomos, Hadas, Encantadas, Trastolillus, Trentis, Tentirujus, Nuberus, Trasnos en Galicia, Follets en Cataluña, Donyets en Comunidad Valenciana, Iratxoak (y otros nombres) en el País Vasco y Navarra, Trasgus en Asturias, Menutos o Menudos en Valle de Hecho y en otras partes del Alto Aragón, Mengues (Sur de España).
Cabe distinguir entre los duendes castellanos a martinicos, diaños, trasgos, gnomos, encantadas, hadas y elfos.
[10] Son de muchos tipos: los trastolillos, los enanos, los busgosos, los trentis, los nuberos, los ventolines, los tronantes y las anjanas, entre otros.
Habitan en lugares cercanos al agua, o en los mismos lagos, ibones y barrancos.
En el Caribe y Centroamérica, está la Ciguapa, un ser mítico en forma de mujer, similar a una indígena, de estatura pequeña, pelo larguísimo del cual usa como su vestimenta y con los pies al revés.
En Bolivia, en la región occidental se los denomina como anchancho en aymará y como muki en quechua, en la zona de los valles.
El ningyo es una persona-pez, pero no una sirena, porque tiene medio cuerpo superior de pez.
En los días anteriores a la electricidad, el aceite era una comodidad muy valiosa, necesaria para calentar y alumbrar una casa.
Otra clase de duende es el amikari, el cual se le puede hayar en cuerpos de agua y lo pescadores son más propensos a encontrarlo, pues este frecuenta los lugares donde se hallan los pecadores.
También conocidos como los goblins coreanos, poseen extraordinarios poderes y habilidades que utilizan para interactuar con los humanos, ya sea haciéndoles trucos o ayudándolos.
En Filipinas, está la leyenda del Asuang que es un duende, también a veces considerado como un brujo o demonio, de la mitología filipina, conocido en casi todo el archipiélago filipino, particularmente entre los tagalos, pampangos, bicolanos, etc. Es un ser nocturno que toma las formas que quiere, como las de un perro, gato, ave u otro animal.
Con su lengua horriblemente dilatada, negra y flexible como la seda, extrae los fetos a las mujeres que están encintas.
Aunque también existen duendes malvados, capaces de hacerle daño a los humanos, si estos los enojan.
Oberón tiene un consorte que lo acompaña a todos lados, Puck, un duende menor erudito en la magia, prolongando así la dualidad clásica de la literatura Rey - Mago, tal como Arturo y Merlín.
Wright y Cuento de hadas de Raymond E. Feist, en estas historias, los duendes, hadas y demás fauna elemental se convierten en malvados dejando a un lado el prototipo bondadoso que muestran los cuentos para niños.
En la película Merlín con Sam Neill, durante su trayecto hacia los dominios de la Reina Mab, Merlín es espiado por duendes y demás seres elementales que siguen discretamente al aprendiz de mago hacia su nuevo hábitat.
También está la saga de películas Leprechaun, en la que su protagonista principal es un duende irlandés vestido de verde, adorador del oro y del whisky y bastante malvado, con extraordinarios poderes mágicos y solo vulnerable al hierro forjado, aparte que su magia es ineficaz en contra del trébol de cuatro hojas.