El chullachaqui, en español y también en quechua chulla chakji o tsulla chaki [1][2] (del quechua chullachaki = un pie, chulla o ch'ulla = impar, desigual, único, asimétrico, chaki = pie)[3][4][5] o shapishico es una de las leyendas más populares de la Selva peruana, que se refiere a un personaje que adopta la forma o figura de una persona conocida del pueblo para engañar a sus víctimas y hacerlos perder en la espesura de su vegetación.
Está asociado o relacionado, a menudo, con el diablo, en algunas variantes, y en parte, con seres demoníacos.
Pero, por lo general, solamente desata su agresión hacia personas pecadoras, corruptas o los ateos.
Algunos le atribuyen un espíritu infantil, porque secuestra niños para jugar con ellos, sin hacerles daño; otros en cambio dicen que los rapta, los destroza y se los come.
Apenas si rebasa el metro de estatura y viste harapos muy sucios.