Sílfide

[1]​ Están relacionadas etimológicamente con los elfos, pero, a diferencia de estos, no existen mitos explícitos sobre ellas.[2]​ El término, en especial su versión masculina usada como genérica, se origina en la obra del médico y alquimista Paracelso, quien los describía como seres elementales del aire; es decir, espíritus ligados al aire como uno de los cuatro elementos de la naturaleza.Sus mujeres y sus hijas son de una belleza varonil, tal como se representa a las Amazonas».[4]​ En la literatura inglesa las sílfides aparecen en El rizo robado (Rape of the Lock) de Alexander Pope.Este uso ha influido en la literatura fantástica, donde sílfides, silfos y otros seres similares aparecen como protagonistas.
Representación de Próspero y Ariel (izquierda) de La tempestad de Shakespeare, por William Hamilton (1797). Algunos identifican a Ariel con un silfo, si bien esto no aparece en el texto.