La tradición sostiene que los aluxes son invisibles generalmente, pero pueden asumir forma física con el propósito de comunicarse o espantar a los humanos así como para congregarse entre ellos.
Están asociados generalmente con lugares de la naturaleza tales como las selvas, grutas, piedras, y los campos pero también pueden ser engatusados a moverse hacia algún lugar por ofrendas.
Si ellos se la niegan, el alux a menudo causará estragos y extenderá enfermedades.
Sin embargo, si aceptan sus condiciones, el alux protegerá a la persona de los ladrones e incluso le traerá buena suerte.
Algunos autores piensan que todas estas tradiciones bastante similares también a las del folclore británico podrían haber surgido de la interacción que los piratas del siglo XVI (muy a menudo británicos, originarios de un sitio donde la creencia en hadas fue bastante común, especialmente entre los de la clase socioeconómica baja, a la que los piratas generalmente pertenecían) tuvieran en el Caribe con los mayas.