Cementerio de la Ciudad de Guatemala

El nuevo establecimiento se inauguró en 1881 aunque sin estar completamente concluido; cuando se inauguró el Cementerio General en 1881, los restos que hasta entonces habían estado sepultados en el cementerio de San Juan de Dios fueron trasladados al nuevo camposanto; cuando se terminaron de trasladar, el terreno pasó a ser administrado por del hospital San Juan de Dios.

[6]​ Los montículos se encontraban alrededor de un antiguo campo que podría haber sido utilizado para el juego de pelota, aunque el espacio es sumamente alargado y estrecho para cumplir cabalmente con los requisitos característicos.

[8]​ En 1888, el mismo informe anual indicaba que «en la avenida destinada a capillas, que corre al costado norte de los "cerritos" se continuó destruyendo la hierba natural para sembrar grama».

[16]​ Una comisión se presentó ane el presidente de la Asamblea Nacional, entonces presidida por el ex sacerdote Ángel María Arroyo y tras varias deliberaciones, el presidente Sinibaldi y su gabinete presentaron su renuncia, y la Asamblea decidió mandar a llamar al segundo designado a la Presidencia, el general Manuel Lisandro Barillas Bercián, para que se hiciera cargo del gobierno interino.

[17]​ Barillas era el jefe político de Quetzaltenango, así que para que se presentara lo antes posible se dispusieron numerosos caballos de posta y salieron varias personalidades inmediatamente para mandarlo a traer; Barillas salió rápidamente y llegó al Cementerio General el 6 de abril, en traje de viaje y completamente empolvado por el largo el camino.

El interior del montículo fue vaciado para formar una cúpula alumbrada por medio de una linternilla, lo que obligó a los constructores a excavar la parte superior.

[23]​ Finalmente, describen el monumento más conocido del cementerio es la tumba del general Justo Rufino Barrios, la cual fue erigida por su viuda, Francisca Aparicio y Auyón de Barrios.

[26]​ Pero era en el cementerio general de la ciudad en donde se apreciaba la devastación en toda su magnitud: el lugar quedó totalmente destruido por el terremoto y se contaba que unos ochenta mil muertos habían salido literalmente de sus tumbas, quedando expuestos y poniendo en peligro la ciudad por una posible peste.

Fueron quemados en una pira gigantesca, pero las tumbas quedaron en ruinas y no se había hecho ningún intento por repararlas para 1920.

[26]​ La tumba guardada por el monje agustino mencionada anteriormente, quedó completamente destruida y por lo característico de su estilo fue fotografiada en 1918 para ilustrar los efectos devastadores de los sismos.

Otros literatos, como Enrique Gómez Carrillo fueron recordados con una placa conmemorativa ante la imposibilidad de repatriar sus restos.

Tumba de Venancio Barrios.
Así lucía «La Isla», la llanura de los difuntos de familias pobres, en el Cementerio General de la Ciudad de Guatemala antes de los terremotos de 1917-18.
La llanura fue destruida completamente en 1918, y aunque el cementerio fue reconstruido gradualmente, nunca recuperó su antiguo esplendor.
Tumba descrita por La Ilustración Guatemalteca en 1896. [ 23 ] ​ Quedó destruida tras los terremotos de 1917-18 como se ve en esta imagen.
Monumento a los cadetes que fueron fusilados por el presidente Manuel Estrada Cabrera en 1908. Construido en 1920 en e montículo n.º 2 del Cementerio General. [ 27 ]
Ingreso principal al Cementerio General en diciembre de 2015.