En la ciudad capital, Chinchilla Recinos laboró como docente en la Escuela Nacional de Niñas «José Felipe Flores», en la Escuela Nacional de Niñas «Manuel Cabral» y en el Colegio Particular «María Minera».
Esto dejaba fuera a los maestros, quienes iniciaron una serie de protestas pacíficas para ser incluidos en este aumento.
[3] Por su parte, los estudiantes universitarios iniciaron marchas pacíficas para exigir la destitución de sus decanos, ya que durante el gobierno del general Ubico la Universidad Nacional era dependencia del Ministerio de Instrucción Pública y las autoridades eran nombradas directamente por el Presidente de la República;[3] Ubico Castañeda accedió a cambiar a los decanos, pero los sustitutos que nombró no fueron del agrado de los estudiantes, quienes redoblaron sus protestas.
[4] Este memorial fue redactado en casa del doctor el Dr. Julio Bianchi y entre los firmantes estaban: Ubico no respondió favorablemente a este memorando y reprimió fuertemente las protestas que siguieron; el 25 de junio por la mañana, sus fuerzas de seguridad actuaron violentamente contra una manifestación pacífica, provocando varios muertos y heridos.
Los periódicos de esa época dan testimonio del reconocimiento que la sociedad guatemalteca rindió a la profesora Chinchilla Recinos, valorándola como mártir, heroína y símbolo del civismo, por haber dado su vida por una patria mejor.