Juan Martín Barrundia

Murió en agosto de 1890 cuando la policía guatemalteca lo intentó capturar a bordo del buque norteamericano «Acapulco» cuando este estaba atracado en el Puerto de San José.

[7]​ A raíz de la renuncia del Presidente Sinibaldi Castro, la Asamblea Nacional declaró que el segundo designado a la presidencia de la República asumiera el poder.

[9]​ De retorno en México, Barrundia imprimió varios panfletos contra el gobierno de Barillas, presentándose como demócrata incorruptible e insultando al presidente indicando que estaba dispuesto a ser el líder una revuelta contra Barillas.

[12]​ Tras el derrocamiento del presidente salvadoreño Francisco Menéndez Valdivieso por el general Carlos Ezeta en El Salvador, el designado a la presidencia salvadoreña, Camilo Álvarez, y numerosos enemigos del nuevo régimen se refugiaron en Guatemala y solicitaron ayuda al presidente Barillas para que detuviera a los ejércitos de Ezeta, aduciendo que éste pretendía invadir a Guatemala; sin embargo, la verdadera intención era recuperar el gobierno en su país valiéndose del ejército guatemalteco.

Convencido por los rumores, las tropas se movilizaron hasta la frontera, con Camilo Álvarez entre ellos, quien incluso había nombrado a sus ministros.

[17]​ Barrundia y sus seguidores fueron dejados en libertad, aunque sus armas quedaron en poder del gobierno mexicano.