Gozó del privilegio de ostentar el nombre completo de su fundador, quien encomendó su deductio, como otras muchas tareas del Imperio, a su general y allegado íntimo Marco Vipsanio Agripa.
La urbe contaba con cuatro entradas principales, cuyo emplazamiento se conservó hasta el siglo XV, a ambos extremos del cardo y el decumano: La ciudad de Caesaraugusta se constituyó así como la urbe más influyente del valle medio del Ebro, y sus acuñaciones monetarias se difundieron por toda la Tarraconense interior, llegando a predominar incluso en la actual provincia de Soria.
Sin embargo, los estudios más recientes, sostienen la hipótesis de que estas infraestructuras, puente, puerto fluvial, foro, mercado, preexistieron a la fundación romana, aunque en muchos casos fueron reformados y ampliados, como sucedió con el foro, en época de Tiberio.
Adosado al este del cardo, consistía en una plaza cuadrangular abierta hacia el río limitada solo en sus lados largos, que alojaban sendos cuerpos de locales comerciales (siete tabernáculos conservados en el lado este), erigidos sobre zócalos de opus vittatum y pintura del III estilo inicial.
Los primeros duunviros de César Augusta fueron Quinto Lutacio, Marco Fabio, Cayo Alsano, Tito Cervio, Lucio Casio y Cayo Valerio Fenestela, cuyos nombres remiten a familias itálicas.
Se practicaron, asimismo, abundantes desmontes en los alrededores de la urbe, para acondicionar terrenos agrícolas que abastecieran a la colonia.
Todo su perímetro alojaba un doble pórtico interior que quizá se cerraba al sur con un gran templo imperial con peristilo de doble columnata, si bien la configuración del lado sur y presencia del templo es aún conjetural.
[6] A este periodo pertenece también la obra mayor del teatro, cuya edificación comenzó al final del gobierno de Tiberio y se concluyó ya en época de Claudio hacia el 50 d. C. Ocupó un solar que había sido destinado a esta infraestructura teatral desde la planificación colonial del periodo de César Augusto.
Poseía, sin embargo, un singular acceso independiente desde la puerta central de la fachada hasta la orchestra de trazado perpendicular a las tablas o scena y que recorría como un eje el teatro para uso de las autoridades, que accedían así directamente a los escaños reservados a ellos en el semicírculo orquestal.
Más tarde, en un as del año 33 aparece otro templo tetrástilo de columnas corintias con acanaladuras.
En la etapa final Julio-Claudia, que abarca los gobiernos de Calígula, Claudio y Nerón se realizaron también numerosas obras públicas, que acabaron dando la fisonomía definitiva a la ciudad en su etapa antigua clásica.
Fundamentalmente se colmataron solares aún vacíos, edificando espacios ajardinados y otras infraestructuras de importancia, como las termas públicas aparecidas en la calle San Juan y San Pedro, que actualmente han sido convertidas en espacio museístico.
En cuanto a la cultura material, se observa en la segunda mitad del siglo I d. C. una mayor presencia de producciones cerámicas hispánicas, que fueron encontradas en las diversas viviendas excavadas en Zaragoza.
Al lado de estas complejas decoraciones, siguen apareciendo modelos más sencillos, que decoran las paredes mediante imitaciones de mármol, y que perdurarán hasta el siglo IV.
También proliferan las villas agrarias en el proceso de ruralización que experimenta la cultura romana en su periodo final, y las grandes diferencias que comienzan a aparecer entre ciudadanos honestiores (o pudientes) y humiliores (de condición social humilde).
Tras llegar al poder, Diocleciano (284-305) reformó el Estado y el sistema político romano, que había sufrido una prolongada crisis que amenazaba la unidad del Imperio desde tiempos de Marco Aurelio (161-180), facilitando las incursiones bárbaras.
Grandes terratenientes podían disponer de su propio ejército privado, formado por esclavos y siervos.
Caesaraugusta continuó perteneciendo a la provincia Tarraconense, gobernada por un praeses con sede en Tarragona, desapareciendo el antiguo convento cesaraugustano.
[12] Sin embargo, la decadencia no parece haber sido importante en el caso de Zaragoza.
[11] Tomando como modelo la ciudad norteafricana de Timgad, se puede reconstruir aproximadamente el gobierno local: curia o senado, magistrados y populus.
Por debajo se encuentran los decuriones, también pertenecientes a la curia, aristócratas hereditarios locales a partir del siglo III; los hijos de un decurión accedían al ordo al emanciparse a los 25 años, pero se les exigía un censo fundiario para garantizar el cumplimiento de las cargas financieras.
Los magistrados y decuriones inicialmente realizaban sus servicios a la ciudad de forma voluntaria, como contraprestación al poder y prestigio del cargo; pero desde tiempos severianos este ejercicio voluntario fue codificándose en forma de munera obligatorios.
El territorium o territorio rural que dependía administrativamente de Caesaraugusta es desconocido.
[15] Pero fue Prudencio quien dejó el testimonio más extenso en su carmen Peristephanon de principios del siglo V.
[16] Existen indicios de que santa Engracia y los mártires habrían sido enterrados en un pequeño edificio dedicado a su culto, un Martyrium, al que podría pertenecer un mosaico del siglo IV con simbología cristiana conservado en el Museo de Zaragoza.
En 343, Casto, obispo de Zaragoza, fue convocado a Serdica (actual Sofía, Bulgaria) para combatir el arrianismo.
La primera, la de Santa María, en el lugar en el que se encuentra actualmente la Basílica del Pilar; la segunda, la de San Millán, en los terrenos del antiguo teatro romano.
[25] La arqueología muestra que durante el siglo V se abandonaron los lugares públicos de la ciudad.
El foro fue abandonado y los sillares del teatro fueron reutilizados en la construcción de viviendas.
[27] En 472 la ciudad fue definitivamente conquistada por un ejército visigodo liderado por el conde Gauterico, en nombre del rey Eurico.