Maximiano

Al principio Maximiano no pudo luchar contra el insurrecto, ya que su armada resultó seriamente dañada por las tormentas en 289 o 290, por lo que sobre Constancio recayó la responsabilidad de derrotar al sucesor de Carausio, Alecto, mientras el césar se encontraba en Germania.

Tras la expulsión del líder rebelde (296) Maximiano se trasladó al sur para combatir a los piratas moros de la península ibérica y detener las incursiones bereberes en Mauritania.

[26]​ Maximiano se alistó como soldado con Diocleciano, desempeñándose durante los reinados de Aureliano (270-275) y Probo (276-282).

[11]​[23]​ Aurelio Víctor lo describe como «un amigo digno de confianza, aunque un tanto maleducado, y un competente militar».

[50]​[39]​[51]​[52]​[53]​[49]​ Con independencia de dicho simbolismo los emperadores romanos no eran dioses del culto imperial, sino instrumentos que estos mismos empleaban para hacer su voluntad en la tierra.

[56]​ Eutropio los describe como un pueblo rural liderado por Amando y Eliano, mientras que Aurelio Víctor los tacha de simples bandidos.

[57]​ El historiador David S. Potter cree que eran más que campesinos, pues entre sus demandas estaba la autonomía política del territorio y la restitución del recientemente depuesto Caro —natural de la Galia Narbonense; en ese caso el Imperio estaría combatiendo contra tropas desleales y no contra bandidos.

[61]​[46]​ Desconocemos los aspectos técnicos de la misma, ya que los autores clásicos se limitan a ensalzar las victorias del césar.

[60]​ Como los adversarios de la contienda eran ciudadanos romanos Maximiano no adquirió un nuevo cognomen[n. 1]​ ni celebró un triunfo.

2]​ Una vez en la isla eliminó rápidamente los pocos elementos lealistas existentes entre sus tropas y se autoproclamó augusto.

Carausio consolidó su posición construyendo más naves, reclutando mercenarios y aumentando el salario de sus tropas.

Esta teoría no ha tenido mucho apoyo en los círculos académicos y recientemente el historiador William Leadbetter la ha rebatido.

[77]​[65]​[39]​ Estas tribus contaban con muchos más soldados que los rebeldes e incluía numerosos partidarios de Carausio.

Con sus enemigos debilitados por el hambre[89]​ Maximiano aprovechó para lanzar una invasión a través del Rin.

[89]​ El panegirista de Maximiano escribió: «todo lo que veo más allá del Rin es romano».

[91]​ En la primavera de 288 Maximiano comenzó los preparativos para luchar contra Carausio y Diocleciano retornó del Este.

[66]​[92]​[89]​[93]​ Ese mismo año Maximiano invadió por sorpresa los Campos Decumanos mientras Diocleciano penetraba en Germania a través de Recia.

[95]​ En 289 Maximiano estaba preparado para invadir Britania y nada parecía prever el desenlace de la campaña.

Ese mismo año el panegyrici se mostraba muy optimista, pero dos años más tarde ni siquiera menciona la contienda.

[102]​[112]​ Una representación del Senado aprovechó la ocasión para reunirse con los emperadores, ya que el contacto entre ambos cuerpos era inusual en esa época.

El emperador toleró su presencia en Britania y en los territorios continentales, pero rechazó reconocer la legitimidad del Estado secesionista.

[117]​[118]​[119]​[120]​[121]​ Ese mismo día Diocleciano concedía idéntico título a Galerio, con lo que se establecía la tetrarquía, el «gobierno de cuatro».

[135]​[133]​ No contento con hacerles retroceder hasta los Montes Atlas, desde los que podían continuar combatiendo, Maximiano penetró en territorio berebere.

[139]​[135]​ En cambio Constancio mantuvo sus buenas relaciones con la aristocracia senatorial y estuvo combatiendo activamente por el Imperio.

Aunque al parecer Maximiano no deseaba retirarse completamente, Diocleciano tenía todavía el control y alcanzó su propósito con poca resistencia.

La sucesión contrarió a Maximiano, pues los nuevos césares serían Severo y Maximino, con lo que su heredero se quedaba sin nada.

[146]​[147]​ Aunque distantes de los centros políticos del Imperio, los exemperadores se mantuvieron lo bastante cerca como para continuar en contacto.

[158]​[159]​[160]​[161]​ Maximiano retornó a la capital en el invierno de 307/308, pero pronto la relación con su heredero se tornó muy tensa.

En 309 Maximiano volvió a la corte de Constantino en la Galia, la única del Imperio en la que aún era aceptado.

En 318 Maximiano comenzó a aparecer como divus en las monedas de Constantino con los ya divinizados Constancio y Claudio el Gótico.

Busto de Diocleciano.
Un antefix romano con el estandarte de la Legio XX Valeria Victrix , una de las legiones que se unió al levantamiento de Carausio.
Flavio Constancio, prefecto del pretorio de Maximiano y marido de su hija Teodora.
Carausio, emperador rebelde de Britania .
Alecto, sucesor de Carausio.
Busto de Majencio .