Finalmente, el sistema tetrárquico duró hasta el año 324, cuando las guerras civiles mutuamente destructivas eliminaron a la mayoría de los aspirantes al poder.Constantino nombró a su hijo Constancio II césar en 324, seguido por Constante en 333 y su sobrino Dalmacio en 335.El sistema tetrárquico, como lo definió Seston,[4] se basaba en la cooperación entre los gobernantes, pero no suponía el reparto del poder pues la autoridad principal seguía siendo Diocleciano; los augustos proponían las medidas y los césares las hacían cumplir.La intención era mostrar una auténtica familia romana emparentada por lazos familiares y no simples adopciones como en el Alto Imperio, así se reforzaba la imagen pública de los emperadores en unidad.El ejército romano debió aumentar sus fuerzas hasta las 60 legiones, este incremento es asumido por los investigadores actuales pero sobre su tamaño o proporcionalidad presenta numerosas variables[8].Lactancio, autor cristiano, atribuye en su obra De mortibus persecutorum que fue Diocleciano quien aumentó exageradamente el ejército[9].Las guerras del siglo III había revelado la eficacia de cuerpos móviles e independientes que pudieran acudir a diferentes frentes, los llamados vexillatio.Además en la zona occidental, Maximiano o tal vez Constancio fueron los primeros en utilizar tropas denominadas auxilium.Se trataba de hombres preparados para gestionar las peticiones, requerimientos, correspondencia, asuntos legales y embajadas extranjeras.[20] Las provincias, a su vez, quedaron agrupadas en doce diócesis, cada una de ellas gobernada por un oficial llamado vicarius, que respondía frente al prefecto del pretorio.[24] Como se ha visto anteriormente, el ejército en la tetrarquía se incrementó enormemente con respecto al pasado, y esto requería un enorme gasto al que también había que sumar el del gran incremento de funcionarios a lo largo de esa época.Las reformas más importantes que Diocleciano impulsó en el ámbito económico hacen referencia al establecimiento de un nuevo sistema fiscal basado en dos impuestos tradicionales.El iugatio-capitatio gravaba tanto tierras —ager— (el impuesto se basaba en las leyes Licinio Sextias y determinaba una cierta cantidad de pago según los iugera —patrón para medir la tierra— que poseyera cada terrateniente caput/capitatio) como personas (capitatio humana) y animales (capitatio animalium).Por eso se estableció, también, el munnera (impuesto en trabajo público), para aquellos que ya no podían pagar de otro modo.Durante la crisis del siglo III, la moneda romana se había devaluado enormemente debido a que los numerosos emperadores y usurpadores habían ido acuñando sus propias monedas mediante el sistema de devaluar su valor metálico con la finalidad de obtener más efectivo con el que pagar a los soldados y funcionarios.Cualquier miembro del clero podría ser liberado, siempre y cuando aceptase realizar un sacrificio a los dioses paganos.En 304, el cuarto edicto ordenaba que todas las personas, fuesen hombres, mujeres o niños, deberían reunirse en lugares públicos y realizar un sacrificio colectivo.Este último edicto ni siquiera llegó a aplicarse en los dominios de Maximiano y Constancio.En la zona occidental, el augusto Maximiano extendió su dominio sobre los territorios de Italia, África e Hispania.Respecto a esta última, Aurelio Víctor se la atribuía al césar Constancio Cloro, pero para Lactancio quedó en mano del augusto.En la primera, la rebelión de Carausio no había podido ser sofocada exitosamente por Maximiano y se forzó una frágil paz.Esta situación se prolongó hasta 293, cuando Constancio Cloro, ahora César de Occidente, marchó sobre la Galia y la reclamó para el Imperio.Alecto, a quien había puesto al cargo del tesoro, lo asesinó y se hizo con el poder.[40] Su reinado sólo duró tres años, tras los cuales fue vencido y muerto por el subordinado de Constancio, Julio Asclepiodoto.Se reunieron en la misma colina a las afueras de Nicomedia en la que Diocleciano había sido proclamado emperador.Al mismo tiempo Maximiano abdicó en una ceremonia separadas que se celebró en Milán a favor de Constancio.La sucesión contrarió a Maximiano, pues los nuevos césares serían Severo y Maximino, con lo que su heredero se quedaba sin nada.[49][53] Las relaciones de Maximiano con el nuevo orden no serían buenas desde el principio, máxime cuando observó cómo Galerio asumió la posición principal que había detentado Diocleciano.[54][47] Aunque distantes de los centros políticos del Imperio, los exemperadores se mantuvieron lo bastante cerca como para continuar en contacto.
Mapa del
Imperio romano
bajo la Tetrarquía, en el que se muestran las
diócesis
asignadas a cada tetrarca.
Página de una copia medieval de la obra
Notitia Dignitatum
, en la que se ilustran escudos de
Magister Militum Praesentalis II
, un registro romano tardío de los mandos militares.
Pergamino en el que figura parte del edicto. Pergamonmuseum,
Berlín
.